El Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia, premiado

José Gilberto Moreno, director del ICHH.

Redacción. Las Palmas de Gran Canaria
El Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) ha obtenido el Premio Iniciativas a la labor más destacada por el uso del marketing o la comunicación en las Instituciones Públicas Canarias. Desde el ICHH se quiere dedicar este premio a todos los donantes habituales de sangre de las Islas Canarias porque es su aportación individual la que ha hecho posible que este proyecto avance y colabore a mejorar el sistema sanitario.

Con estos galardones, organizados por el Cluster de Comunicación y Marketing de las Islas Canarias, se pretende hacer entender a la sociedad en general que el marketing tiene una importante carga científica y profesional, y reconocer así a los mejores profesionales que han destacado por un trabajo brillante y las mejores prácticas en cada una de sus categorías.

El ICHH desarrolla su labor habitual de promoción de la donación dentro de un programa de marketing social que tiene como ejes estratégicos principales: la comunicación, la concienciación y la fidelización. A partir de ellos, el ICHH desarrolla toda su política de acciones para interactuar con sus públicos objetivos definidos y que le permiten, mediante técnicas de segmentación, un acercamiento más específico a diferentes tipos de donantes según las necesidades específicas y puntuales que presente el sistema. A este esfuerzo en marketing relacional se suma el desarrollo de una comunicación corporativa que incide, especialmente, en la comunicación externa mediante campañas multisoporte que permiten la difusión del mensaje promocional de la donación de sangre, sin olvidar que el desarrollo de comunicación interna es muy importante para cualquier institución pública.

La continuidad en las acciones de comunicación que el ICHH ha abordado,puede ser un buen ejemplo a la hora de afrontar proyectos similares. Este centro ha buscado, desde que comenzó su actividad, generar un cambio de conducta en la sociedad y conseguir que los donantes de sangre fueran sobre todo habituales, puesto que ese perfil era el más adecuado para que se produjera una donación exponencial, ya que un solo donante puede a lo largo de su vida, donar muchas veces y el sistema así se vuelve más sólido y no depende de una donación ocasional.