Las
figuras de la enfermera y el psicólogo escolar son clave para la prevención de buenos hábitos entre los niños y adolescentes. Pero también
cumplen un papel fundamental de detección de problemas en el campo de la salud mental, un campo en el que cada profesional tiene unas competencias complementarias. Por ello, desde la profesión abogan por la actuación en colaboración entre ambos actores, incluso la creación de un
protocolo para pautar sus actuaciones y agilizar y mejorar la atención a los alumnos.
Hipólito Puente, vocal de la división de Psicología Educativa del
Consejo General de la Psicología de España (COP) explica a
Redacción Médica que tanto la Enfermería como la Psicología son dos profesiones "que están en el medio" del ámbito escolar y que, por tanto, deben colaborar juntas. Una idea que refuerza Diego Ayuso, secretario general del
Consejo General de Enfermería (CGE) que explica que las
enfermeras escolares tienen un enfoque "multidisciplinar" y que por esta razón deben estar en contacto con otros profesionales que trabajen en los centros "cada uno desde sus competencias".
Peligro de choque enfermero-psicólogo
Aunque ambos profesionales coinciden en que el campo de actuación de ambos profesionales está muy bien definido, y no se pisan competencias, el representante del COP explica que en
el abordaje del acoso escolar es donde hay más peligro de que se pisen responsabilidades. "Todo lo que tiene que ver con el ‘bullying’ es psicológico", asegura Puente, que recuerda que los problemas derivados de esta situación, como la depresión, la ansiedad o las inseguridades, caen en las competencias de los psicólogos.
Aun así, este es el campo en el que más colaboran estas dos figuras, pues se complementan muy bien en el abordaje 360 de este tipo de casos. "La depresión, los síntomas de conducta suicida, el acoso... son cosas que son frecuentes entre los adolescentes, y tiene que haber una
coordinación enfermera-psicólogo para su detección", explica Diego Ayuso, que argumenta que las enfermeras hacen siempre una "valoración holística" de los alumnos, y que pueden detectar
ciertas conductas sobre las que alertar a los psicólogos "para que lo trate desde su campo de actuación". En términos generales, ambos profesionales coinciden en que la enfermera se ocupa de lo asistencial, así como de la educación sanitaria de los alumnos, mientras que el psicólogo está enfocado en la salud mental.
Protocolo de actuación para 'agilizar'
"La coordinación es muy importante", asegura Hipólito Puente, que comenta que muchas veces un alumno acude con una dolencia a la enfermería, como puede ser un dolor de cabeza o problemas en la tripa, y que
la enfermera puede descartar su origen en una patología física. "Son síntomas comunes de la ansiedad, y si se detecta que esa es la causa, la coordinación entre ambas figuras es muy importante", explica.
De esta manera, ambos representantes apelan a que sería positivo contar con un protocolo que paute las actuaciones conjuntas de estos dos profesionales. "Sería muy interesante poder actuar con una pauta para las intervenciones", comenta Puente. Ayuso explica que este tipo de herramientas "haría ágil y rápidos" los procedimientos para
detectar situaciones en las que se necesite la colaboración, y amplía el protocolo a los profesores, pues "también tienen mucho que decir y un contacto muy directo con los alumno".
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