A pesar de la mejora de la economía de España y la previsión de aumentar el gasto sanitario a lo largo de próximos cursos, el incremento continuo de los precios de las terapias innovadoras supone un serio obstáculo para la sostenibilidad del SNS, cuestión sobre la que también han mostrado su preocupación órganos internacionales como la OCDE.
 
Sin embargo, por lo pronto se espera que mediante mejoras de efectividad y eficiencia, particularmente en el gasto farmacéutico, se pueda solventar esta papeleta. Así lo indica César de la Fuente Honrubia, jefe de Área de Estabilidad Presupuestaria de la Secretaría General de Coordinación Autonómica y Local del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, quien reconoce que “no hay un plan específico ni un impuesto previsto para pagar la sanidad. Aunque está claro que es una posibilidad, debemos buscar mejorar el umbral de efectividad, donde hay margen de mejora”, indica.

Elena Casaus, César Hernández, Santiago Almazán, Javier Urzay y César de la Fuente Honrubia.

 
En cualquier caso, “habrá que introducir nuevos cambios”, afirma, sobre todo destinados a abordar mejoras en "evaluación y planificación continuas”. Con todo, también reconoce que es posible que durante los próximos años se revise al alza el presupuesto que se dedique a sanidad desde el Gobierno, si se mantiene o mejora el incremento del producto interior bruto (PIB) previsto. De hecho, Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, concreta que la mejora presupuestaria podría ser de unos 2.300 millones adicionales, si se cumpliera a “hipótesis de esta mejora”, aunque reconoce que al mismo tiempo “hay que introducir fórmulas de financiación variadas e innovadoras”, para las que va a ser clave “la medición de resultados en salud”.
 
Estas cuestiones se han abordado en la mesa redonda ‘Valor terapéutico y criterios para la fijación de precios y financiación de medicamentos innovadores’, organizada por la Asociación Española de Farmacéuticos de la Industria (AEFI), en la que también ha participado César Hernández, jefe del Departamento de Medicamentos de Uso Humano de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) , quien en términos financieros apuesta por reescribir las alianzas entre los actores sanitarios, abaratar los desarrollos y los procesos de investigación y “compartir y dar acceso a los medicamentos poco a poco”.
 
En otro orden de cosas, también ha puesto al día al auditorio sobre los proyectos que se están desarrollando a nivel continental, entre ellos “avanzamos hacia un informe de valor de los medicamentos europeos”, una especie de informe de posicionamiento terapéutico (IPT) comunitario que contendrá toda información relativa a eficacia, seguridad y efectivida, es decir, los datos previos y necesarios para la toma de decisión de financiación y precio por parte de las administraciones públicas de un estado.
 
De hecho, afirma que este ha sido siempre el objetivo que ha buscado la agencia con los IPT, herramientas que cumplen este miércoles tres años desde que se publicara la primera de ellas. “Hemos querido introducir en ellos el concepto de valor”, afirma, aunque añade que solo en algunos casos se harán reevaluaciones de fármacos basándose en la experiencia clínica en cierto casos, no en la totalidad de los productos.  

Elena Casaus, asesora en la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos, y Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria.

César Hernández, jefe de Medicamentos de Uso Humano de la Aemps, y César de la Fuente Honrubia,  jefe de Área de Estabilidad Presupuestaria de la Secretaría General de Coordinación Autonómica y Local del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

Jon Iñaki Betolaza, director de Farmacia de País Vasco, y Santiago Almazán, de AEFI.

Augusto Silva, de MSD, y Emili Esteve, director técnico de Farmaindustria.

Un instante de la mesa redonda celebrada en el 36º Simposio de AEFI.