“
La sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) no será posible sin transparencia en los datos de resultados en salud”. Así lo ha asegurado el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha,
Jesús Fernández Sanz, quien ha comentado que la sanidad española, en su conjunto,
“es poco transparente”, no por “mala fe”, sino debido a que “creemos que con la información que manejamos actualmente tenemos la capacidad de
gestionar un gran volumen de operaciones sin su evaluación”.
Intervención completa del consejero manchego de Sanidad durante el Café de Redacción.
|
En este sentido, el consejero de Sanidad ha subrayado que los datos que se elaboran y se manejan en el entorno del sistema sanitario son, básicamente, de tipo cuantitativo. “Sabemos el número de camas, qué pacientes atendemos o cuántas operaciones hemos realizado, pero no estamos mirando al futuro, y no estamos viendo si operamos a los que tenemos que operar, si medicamos a los que hay que medicar o si prescribimos a los que tenemos que prescribir”, ha manifestado durante su intervención en la última edición del
Café de Redacción, una actividad organizada por
Redacción Médica con la colaboración de
Abex Excelencia Robótica, Air Liquide Healthcare y Roche. “No tenemos datos transparentes que nos hagan trabajar por resultados”, ha resaltado en este sentido.
Pero las amenazas que ponen en jaque la sostenibilidad del SNS y, más en concreto, al
Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), no solo tienen que ver con aspectos intrínsecos de la sanidad, sino también con componentes exógenos. En concreto, Fernández Sanz se ha referido a un problema mucho más amplio y global: el cambio climático.
“Afecta a nuestro estado de salud”, ha explicado. Por ejemplo, según ha dicho, “la sequía no solo afecta los cultivos o a la disponibilidad de agua para consumo humano,
sino que produce una situación que somete al planeta a un estrés al que nos estamos acostumbrados”.
“Estos retos afectan a los precios, a nuestras infraestructuras o a la distribución de bienes”, ha enumerado. Y, aterrizando esta problemática a cómo afecta a la sanidad, Fernández Sanz se ha referido de modo concreto al gasto farmacéutico. “Gastamos 2.000 millones de euros al año de un presupuesto total de 3.700 millones”, ha indicado. Por eso, desde la Consejería de Sanidad considera que se debe
“prestar una atención especial”.
"Nuestro gasto farmacéutico tiene un coste de 2.000 millones de euros al año de un presupuesto total de 3.700 millones"
|
“Podemos mejorar la producción, los precios, la prescripción y el uso responsable de los medicamentos para que vayan a la persona que más lo necesita”, ha defendido en aras de la eficiencia y la sostenibilidad de los recursos sanitarios. En este ámbito, Sanz ha asegurado que la receta interoperable es una herramienta que
“mejora la sostenibilidad” del conjunto del SNS, al permitir una mayor trazabilidad de los medicamentos.
La cronicidad de la población, un problema de Estado
También ha abogado por la prevención como otro de los pilares para garantizar la
viabilidad de la sanidad en España. De hecho, Sanz ha hilado esta idea con el problema de las listas de espera, que aumentaron de manera notoria debido a la suspensión de gran parte de la actividad normal de la sanidad para así poder focalizarse en dar respuesta a la pandemia del Covid-19. “Mientras sigamos discutiendo por las
listas de espera, estamos muertos, porque no son el problema, sino que lo es el acceso a los sistemas de salud”.
“De todos los pacientes que necesitan una operación, solo el 12 por ciento acaba en la lista de espera quirúrgica”, por lo que éste "no es el debate que el sistema necesita”. “El sistema tiene que trabajar en diagnosticar”, ha dicho, patologías que deriven en una mayor cronicidad. Por eso, ha señalado que el gran reclamo debe ser aumentar en un punto del PIB la cantidad que se destina a financiar la sanidad para dirigirla a
“más salud pública y prevención”.
Jesús Fernández Sanz durante su presentación. A su derecha, José María Pino, presidente-editor de Redacción Médica.
|
“No es lo mismo detectar una serie de patologías en niños que no hacerlo, pues determinan su salud en el futuro”, ha apuntado. En este sentido, ha defendido que la sanidad debe procurar, para garantizar su sostenibilidad, “dar salida a la cronicidad para que haya un envejecimiento activo y con cuidados”.
“El 80 por ciento de las consultas en sanidad tienen que ver con dicha cronicidad”, ha revelado. “Esto, evidentemente, hace que sea interesante para nuestra sanidad que las enfermedades crónicas no se produzcan, promoviendo la prevención, por ejemplo, a través de la mejora de nuestros hábitos de vida”, debido a que este tipo de patologías de carácter crónico
“consumen la mayor parte de los recursos”.
Por último, ha indicado que otro de los pilares para hacer viable la sanidad en nuestro país tiene que ver con
“ser estrictamente cumplidores con los presupuestos”. En el caso de Castilla-La Mancha, representa el “el 40 por ciento de las partidas”. Por eso, a los gobiernos regionales, que tienen transferida las competencias sanitarias, con el coste que esto supone, les debe
“importar salir adelante gastando lo justo y lo que es justo”.