La anestesióloga
Elena Casado Pineda no quiere que la gente se olvide de todas aquellas personas "que hemos perdido" durante toda la pandemia del
coronavirus. Por eso, "para que la nueva normalidad no se convierta simplemente en hacer lo que hacíamos antes, y taparnos los ojos cuando muera gente", ha escrito una carta a través de las redes sociales.
Con ella busca que las personas se conciencien de que la situación en una 'nueva normalidad' no es tal y como era antes de que el
Covid-19 llegase al mundo, sino que hay que tener cuidado. También pensando en los profesionales santiarios.
"Te escribo esta carta para que recuerdes siempre lo mucho que has añorado a tus padres"
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"Nos creemos invencibles. El ser humano se tapa los ojos con una
autodefensa mentirosa, la sensación de que es inmortal. El tan conocido: eso no me va a pasar a mí. Vivimos en un dejarlo todo para más adelante. Y espero que hayas aprendido que ese futuro a veces nos lo roban", asegura.
"Te escribo esta carta para que recuerdes siempre lo mucho que
has añorado a tus padres. El abrazo de tu madre. O cogerle las manos a tus abuelos. Para que la próxima vez que tengas pereza, ese feo pecado, te acerques a comer con ellos ese domingo, porque no sabes si es el último. No te olvides que somos
efímeros. No hipoteques tu vida para llegar a un futuro que tienes planificado a expensas de enterrar cada día en
ansiedad. Aprende a que las pequeñas metas también son importantes, y que hace poco soñabas con salir simplemente a pasear".
"Recuerda como has echado de menos cosas tan sencillas como sostener las manos a tu pareja, y no lo olvides ese día que has tenido una pelea tonta. No dejes que un enfado empañe lo único importante:
hay que aprovechar cada minuto", escribe.
La solidaridad de los balcones, olvidada
Casado Pineda también señala que se está olvidando esa "
solidaridad tan blanca y fresca que llovía desde los balcones y daba de beber a los que tenían sed". Entre otros, a los profesionales sanitarios. "Es demasiado pronto para que dejemos de preocuparnos los unos por los otros. No te olvides en unas semanas de que has sido vulnerable. De que sigues siéndolo", apunta.
"Y vamos a clamar de una vez por la justicia y dignidad. No nos olvides"
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"Te escribo esta carta para acordarme también yo, en unos meses, de cómo
hemos sufrido a pie de calle los que curan. Para pedirte que no nos dejes ahora que te necesitamos". "Te pido que camines a mi lado y cojas mi mano, porque yo estoy cansada y aún me queda una batalla", añade.
Y prosigue señalando que: "Nos quedan muchas calles que pisar, muchos oídos que nos tienen que escuchar. Nosotros no nos olvidaremos del horror y la dejadez que hemos sufrido. De esta
guerra sin escudos. Y vamos a clamar de una vez por la justicia y dignidad. No nos olvides".
"Te escribo esta carta para que la leas en un futuro y compruebes en tu pecho, justo entre las costillas, si aún tienes espacio para recordar todo lo que hemos perdido.
Todas las horas que jamás recuperaremos. Para que no se te olviden los adioses encerrados en las casas. Y los abrazos que se han muerto sin encontrar otro cuerpo. Porque lo más valioso que tenemos es lo intangible. Y ya
hemos visto lo fácil que es perderlo todo".
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