La Audiencia Provincial de Cantabria ha juzgado este miércoles a un repartidor que, supuestamente, ocultó 100 gramos de cocaína en un paquete y que más tarde entregó por error en una consulta médica de Santander.
Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, el hombre dejó dos cajas de apósitos en el consultorio médico pero olvidó que previamente, y para esconder una cantidad de droga que habitualmente vende a consumidores, había sustituido el contenido de una de ellas por el de una roca de cocaína de 100,3 gramos y una pureza del 69,3 por ciento.
El acusado, que no tiene antecedentes penales, debía entregar el paquete que contenía este tipo de vendas en una consulta médica, pero como el médico no se encontraba en ese momento la dejó en otra del mismo edificio. Al descubrir el contenido que había en el interior, se avisó de inmediato a la Policía Judicial.
El Ministerio Público le considera autor de un delito contra la salud pública de sustancias que causan grave daño, por lo que solicita una condena de tres años de prisión y multa de 6.000 euros.
Por su parte, la defensa mantiene que el acusado desconocía el contenido de las cajas, que estaban cerradas cuando las entregó, y “simplemente cumplía con su trabajo”. Además, argumenta que antes de ser entregadas, “se encontraron a merced de varias personas” y que el material farmacéutico “pasa por multitud de manos”, tanto antes como después del reparto, por lo que se considera que no existe “absolutamente ninguna prueba” ni indicios sólidos de que sea el autor del delito que se le imputa.
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