Para que algunos disfruten de sus
vacaciones, otros tienen que seguir trabajando 'al pie del cañón'. Un ejemplo es el de los
profesionales sanitarios, que reciben visitas cuanto menos sorprendentes en sus
consultas durante los días previos a festividades o puentes marcados en rojo en el calendario. Como ejemplo, una médica ha explicado en X (antiguo Twitter) el caso de un paciente de 25 años al que su madre llevó al Servicio de
Urgencias el pasado domingo por la noche puesto que "tenía mal aliento" y que "
se iba de viaje por Semana Santa y no le daban cita médica antes". "Eso no es una urgencia", sentenciaba la facultativa, como advertencia ante el mal uso de estos servicios que se detectaba en el periodo prevacacional.
Esta sanitaria no es la única que se ha encontrado con pacientes 'apurados' por las vacaciones y visitas surrealistas en su consulta. Al leer su anécdota, otros
médicos y enfermeras han respondido contando sus respectivas experiencias. Sin dejar de lado las festividades, otra facultativa ha recordado el 'susto' que una señora se llevó a causa de su nieta en Año Nuevo
: "Me trajeron las
heces de una chica de 18 años del día 1 de enero en papel platina porque olía mal y tenía mal color. Alguien tiene que explicar a las abuelas que la niña se bebió la bodega la noche anterior".
Consultas surrealistas en Urgencias
La preocupación de padres y abuelos es una caja de sorpresas para los profesionales del
Sistema Nacional de Salud (SNS). Hay casos en los que incluso optan por anticiparse a los acontecimientos antes de notar cualquier síntoma posible. Así lo explica otra
sanitaria, que recibió en su consulta un domingo a las 23 horas a una madre con su hijo de 22 años. En este caso, ella estaba angustiada ya que él se iba a otra comunidad durante unos días de vacaciones, y ambos acudieron al
centro de salud antes del viaje con el miedo "de que
se pusiera malo" en otra región.
Pero también hay ocasiones en las que esta
preocupación 'desmesurada' por la salud proviene del propio paciente. En estos casos, las altas horas de la madrugada pueden jugar 'malas pasadas' y ver señales de alarma incluso en respuestas comunes de nuestro organismo. Esta situación fue la que se encontró otro
sanitario cuando un hombre acudió a su consulta a las dos de la mañana porque "
cuando se mojaba los dedos se le arrugaban". Algo parecido vivió otra
médica que recibió en su consulta a la una y media de la noche a una joven preocupada por dolor en las piernas después de hacer deporte. "Se llaman agujetas, señora", recrimina.
La conclusión de la mayoría de médicos y enfermeras no es otra que una falta de
educación sanitaria entre la población general como desencadenante de este tipo de consultas. El resultado es el
gasto de recursos sanitarios en cuestiones evitables y una mayor
saturación del primer nivel asistencial, tal y como resaltan. "Falta tantísima formación en materia de sanidad en la población... Hemos llamado a la ambulancia porque así pasamos antes, y que en
Atención Primaria no haya citas disponibles no ayuda a mejorar la situación", concluye otro facultativo.
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