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Un juez obliga a Starbucks a informar en sus cafés del riesgo de cáncer

La compañía, y otras 90 acusadas, tienen hasta el 10 de abril para presentar objeciones

El compuesto está considerado como cancerígeno en California.

30 mar 2018. 13.10H
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POR REDACCIÓN
Un juez de Los Ángeles (EE.UU.) ha dictaminado que Starbucks y otras cadenas de cafeterías similares deberán poner una etiqueta de advertencia por riesgo de cáncer en los cafés y sus productos derivados que vendan en California. Según el magistrado del Tribunal Superior de Los Ángeles, Elihu Berle, estas empresas no han podido demostrar que no exista una amenaza por un compuesto químico derivado de la elaboración del café de sus productos.

La compañía, y otras 90 acusadas en este caso, tienen hasta el 10 de abril para presentar objeciones. Entre estas empresas se encuentran Green Mountain Coffee Roasters Inc, la J.M. Smucker Company y Kraft Foods Global, según los documentos judiciales a los que ha accedido Reuters.

No han podido demostrar que no haya riesgo para la salud

La primera vez que el Consejo de Educación e Investigación de Tóxicos de California (CERT) demandó a Starbucks y al resto de compañías por no haber advertido de que el café que vendían contenía altos niveles de acrilamida, un compuesto químico derivado de su elaboración -según documentos judiciales-, fue en el en 2010. Entonces, el CERT argumentó que, dado que la acrilamida está clasificada como cancerígena bajo la ley de California, los vendedores de café debían emplear etiquetas de advertencia para alertar a los consumidores que beben sus productos.

En la primera fase de la prueba, Starbucks y el resto de demandados no demostraron que no hubiese un "nivel de riesgo significativo" por exposición a la acrilamida en el café elaborado, según documentos judiciales.

En una segunda fase del juicio, que concluyó el miércoles 28 de marzo, las empresas trataron de establecer que había un nivel aceptable de "riesgo alternativo significativo" por exposición a la acrilamida, que permanecería en el cuerpo de los consumidores. Sin embargo, el juez ha dictaminado que las compañías no han podido probar que su nivel de riesgo era insignifiante, por lo que obligará a implementar la etiqueta de advertencia.

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