Si ya de por sí la
falta de recursos sanitarios en las zonas rurales de España es un problema para que los médicos desarrollen su labor, tener que
doblar consulta durante una semana entera empeora, drásticamente, la calidad asistencial de estos profesionales.
María Escorihuela, especialista de Familia, ha vivido en sus propias carnes esta situación de ‘burnout’ extremo para sostener un sistema dentro de la
Medicina rural que "
hace aguas", y le ha dejado unas
secuelas de las que tiene que recuperarse.
"Marcas de sobrecarga tras doblar consulta una semana: No bebo ni voy al baño en toda la mañana; no contesto a mensajes o correos, salvo urgentes;
olvido cosas importantes -como el maletín o las llaves-; voy deprisa, aunque no haga falta y mi frase más repetido es un '
ahora no puedo'", ha lamentado en un mensaje publicado en su perfil de X.
Tras esta publicación, otros compañeros del sector han dado su opinión sobre lo expuesto por Escorihuela. En el caso de
Ana Carvajal, médica de Familia, quien ha subrayado que las jornadas laborales que ha tenido que hacer la autora del hilo "
no deberían estar permitidas". "Hace tiempo que defiendo que nuestra mejor protesta sería no doblar turnos. Ni uno", ha aclarado.
Una Medicina rural que "hace aguas"
Escorihuela, quien derrocha
pasión por su profesión, ha respondido el mensaje de Carvajal, dándole "toda la razón" a sus palabras. "Debería ser una decisión del coordinador del equipo. Entre todos estamos sosteniendo un sistema de Medicina rural que hace aguas, con cupos mal dimensionados y con equipos deficientes. Pero hay muchos motivos para sostener el desastre, los pacientes, la inercia de inacción, los
incentivos de esclavitud…", ha subrayado.
En el caso de Isabel, médica de Familia jubilada, ha recordado el momento que dejó de trabajar, y ha contado una anécdota que le ocurrió a su hija. "Alguien la preguntó cómo estaba su madre al
estar jubilada tras 40 años trabajando en Atención Primaria. Y su respuesta fue que estaba muy contenta, que dormía mejor y que iba al baño con regularidad", ha escrito.
Los peligros de las guardias de 24 horas
A la necesidad de doblar turnos para poder atender a todos los pacientes -con los efectos negativos que ello conlleva para los médicos-, otro tipo de jornadas también suponen un verdadero peligro para estos profesionales: las
guardias de 24 horas. Y es que este periódico contactó con tres facultativos, quienes detallaron
verdaderos momentos de terror y de peligro tras terminar una de estas jornadas.
"Recuerdo una en la que no dormí apenas nada. Volvía a mi casa y
me quedé dormido durante el trayecto, teniendo que dar un ‘volantazo’ para no estrellarme con el coche en mitad de la carrera. Cuando ocurrió esto paré en una gasolinera a descansar para, posteriormente, llegar a mi domicilio”, aclaró Julio Castro, médico de Urgencias.
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