Vencer la batalla al
coronavirus puede llevar meses. Incluso después de haber
eliminado el virus del organismo. Prueba de ello son las decenas de pacientes que, tras haber pasado la enfermedad, continúan mostrando ciertos síntomas - el denominado
Covid-19 persistente- o
secuelas de algún tipo.
Los jóvenes tampoco son una excepción. Médicos como Gloria aseguran seguir sufriendo los
efectos post-Covid. "Tengo 36 años Me agoto subiendo escaleras o paseando a mis perros", reconocía a través de sus redes sociales. Además de haber reducido su
capacidad física, la sanitaria también padece
síntomas gastrointestinales como consencuencia del virus.
El día a día de esta enfermera es muy similar. A sus 34 años, y con una
patología respiratoria, se ve obligada a parar varias veces cuando tiene que "subir una cuesta" como consecuencia del
Covid-19.
Secuelas y síntomas del Covid-19 persistente
Este tipo de
secuelas pulmonares también pueden darse en pacientes sin patologías previas, tal y como asegura Sarah, trabajadora del Hospital Universitario de Bellvitge. "Es como si nuestra capacidad se hubiera reducido a un vaso de chupito. Da mucha mucha rabia vernos así", explica esta sanitaria que, perdió
4 kilos de masa muscular en 21 días. A pesar de realizar ejercicio físico para mejorar la capacidad pulmonar,
el cansancio, afirma, "
sigue ahí".
La usuaria @enfermerameiga, de 49 años, asegura llevar desde "marzo sin levantar cabeza" y sintiéndose como "una persona de la tercera edad". A ella, el Covid-19 le ha dejado
secuelas pulmonares y neurológicas. "Que no es broma esto. Que da mucho miedo", advertía.
María, paisana y compañera de profesión, es todavía víctima de uno de los
síntomas más comunes en los casos de
pacientes con Covid-19 persistente: la
fatiga. Tampoco ha recuperado "del todo el
olfato y el gusto" y su tripa "no está del todo bien".
Reducción de hasta el 10% en la capacidad aeróbica
Casos como el de estas profesionales continúan siendo motivo de estudio entre la comunidad médica y científica, que trata de averiguar el alcance y la duración de las
secuelas Covid-19 a largo plazo.
Ya en marzo, coincidiendo con el inicio de la propagación en algunos países, el
Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades - ECDC según sus siglas en inglés- detectó posibles efectos negativos en la forma física de los
jóvenes que habían dado positivo en coronavirus. En concreto, se evaluó la resistencia física de 199 jóvenes reclutas suizos, con una media de edad de 21 años, entre los que se habían detectado varios casos.
Cuarenta y cinco después de la aparición del brote, el 19 de los jóvenes afectados, a excepción de los asintomáticos, presentaron una
disminución "significativa" en su capacidad aeróbica máxima. En algunos casos, esta reducción fue
más del 10 por ciento en comparación con el valor inicial previo a la infección. Un dato especialmente relevante si tenemos en cuenta que, tal y como explica Arturo Ballester, el consumo de "oxígeno máximo es una variable con un gran componente genético y
mejorable con entrenamiento apenas un 15-20%".
Aunque el estudio no determina la causa detrás de esta reducción, los investigadores apuntan a la
fibrosis pulmonar, dados los antecedentes provocados por el
coronavirus en estos órganos.
"Por fin empiezan a verse estos
efectos post-covid y no solo a sentirlos y padecerlos los que lo hemos pasado", aplaudía Gloria tras conocer dicha investigación. Como enfermera, Pau también es de las que cree que se debería otorgar más importancia a las
secuelas Covid-19 en jóvenes. "Parece que como la incidencia de hospitalizaciones es baja, de momento.. No pasa nada.. Pero las secuelas que deja el amigo no son banales", alertaba.
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