En las últimas semanas se ha difundido el bulo de que las
vacunas contra el Covid-19 provocan magnetismo. Una teoría que los antivacunas han publicado a través de varios vídeos en los que se pegan cubiertos al cuerpo culpabilizando de esto a los fármacos contra el virus.
La última en fomentar este bulo ha sido una enfermera de Ohio, que decidió demostrar en una reunión de la Cámara de Representantes la imantación de las vacunas. Para ello, primero se pegó una llave al pecho, donde sí que se quedó fijada, y posteriormente pidió al resto de presentes una explicación de por qué ocurre esto. Sin embargo, cuando la enfermera decidió realizar una segunda demostración pegándose la llave al cuello no hubo manera de que esta se quedara fija, a pesar de sus múltiples intentos.
Magnetismo vacunas Covid: "No tiene evidencia científica"
Al vídeo, que se viralizó rápidamente en redes sociales, ya han respondido sanitarios y expertos para desmentir una vez más este bulo sobre las vacunas. Tal y como ya confirmó la
Asociación Española de Vacunología a
Redacción Médica "se trata de un bulo sin ninguna evidencia científica". Mientras en un texto recogido por la
Asociación Española de Pediatría confirman que "es cierto que algunas vacunas (no las del Covid-19) contienen sales de aluminio, pero estas son muy inferiores, menos del 1%, a las que de forma natural contienen los alimentos que consumimos habitualmente". Por su parte el físico Alberto Nájera apuntaba en sus redes sociales que esto puede ocurrir simplemente por "la humedad de la piel o por ejercer una pequeña presión del mental en nuestro cuerpo que consiguen que los elementos utilizados se queden momentáneamente".
"¿Enfermera antivacunas? ¿Pero eso puede existir?", preguntaba un sanitario como respuesta al vídeo. "Pero ella si que se ha puesto la vacuna contra el Covid-19. Antivacunas pero se vacuna.. por si acaso", respondía al comentario Héctor Castiñeira, conocido en Twitter como Enfermera Saturada, que reconocía en otro tuit que "este bulo está ligado a una creencia popular que dice que a los bebés cuando los vacunan no se pueden bañar en tres días, nada más lejos de la realidad".
"Todo lo que sea atentar contra la salud de los demás no lo llamaría ni enfermera, ni médico, ni sanitario en general", escribía un enfermero al respecto. Mientras otro sanitario le recomendaba que se bañara y así vería que "nada se te pega". "Pues a mi me han puesto las dos dosis y se me siguen cayendo las tijeras de los bolsillos", respondía irónicamente otra enfermera sobre el bulo.
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