Miedo, esperanza,
compañerismo, amistad, trabajo duro... Estas son algunas de las sensaciones que transmiten los rostros cubiertos parcialmente con una
mascarilla de
Juan,
Pablo,
Samuel o
María. Son médicos, enfermeros, residentes y profesionales de mantenimiento del Hospital Puerta de Hierro de Madrid y han sido
retratados a lápiz y carboncillo para mostrar la realidad que viven cada día con el
coronavirus.
No son héroes ni tienen superpoderes, simplemente hacen el trabajo que llevan haciendo todos estos años atrás.
Es lo que nos cuenta a
Redacción Médica, David Gómez, el creador de estos retratos y celador en este hospital desde 2012. "Mi mujer -María Silvestre- es fisioterapeuta respiratorio y un día vino asustada, con la caja desencajada porque no se creía lo que estaba viendo al tratar a un paciente que se encontraba muy grave para la edad que tenía", explica David, "Coincidió con el inicio de la
pandemia del coronavirus y
no había tanta información, todo era un poco caótico, respecto al material y los
EPI por ejemplo,
nadie sabía lo que tenías que ponerte, ni cómo hacerlo ni qué teníamos exactamente".
Así, ese fatídico día, David decidió
retratar a su mujer con la mascarilla y publicó el resultado en
su cuenta de Instagram con el siguiente texto: "
NO HÉROE 1. María Silvestre. Fisioterapeuta Hospital Puerta de Hierro. Mujer. Madre. Hija. Hermana. Concienciada. Implicada. Asustada. Sana". Sería el primero de muchos, de momento, de diecisiete, aunque David seguirá dibujando a sus compañeros el centro hospitalario. De hecho, al día siguiente ya se lanzó con el retrato a un amigo suyo, Gabriel Vaquero.
"No estoy metido en el 'fregao' -David trabaja de celador en la Unidad de Psiquiatría Adolescente, donde solo han tenido 3 o 4 positivos desde el inicio y ,además,
siempre son derivados a Interna- pero todos los días me encuentro con gente que está agobiada, cada uno con una historia", señala y explica que
no todos los retratos tienen un vínculo de amistad. Suele decantarse por las
historias que les cuentan sus compañeros o cuando ve un médico agobiado. Aunque, confiesa, que tiene que gustarle en cierto modo la cara de la persona para decidirse a retratarle.
No son héroes ni tienen superpoderes
"El tema que se ha puesto de moda ahora con los héroes es muy guay, los aplausos y eso, pero esta gente lleva salvando vidas años.
Llevan años haciendo una labor que no está pagada", apunta David Gómez. Y es que la historia que acompaña a cada uno de sus retratos siempre comienza con un 'No héroe' delante.
"No tienen superpoderes, no tienen nada más allá de lo que tenemos en el hospital", continúa, "Tenemos los medios y nadie se queja, dadme un EPI y dime que es lo que tengo que hacer, enséñame el protocolo que lo hagamos igual y las normas que hay. No hay más, es mi trabajo".
David considera que los superhéroes de toda esta situación provocada por el Covid-19 son los niños, que "no saben nada, no entienden por qué no van al cole, por qué sus padres están mosqueados, ellos sí que son los héroes", expresa, mientras se escucha a sus hijos jugar al otro lado del teléfono. "¿Un médico? Pues igual que un camionero o un reponedor del Mercadona, creo incluso que al revés,
más conocimiento tiene un médico de lo qué es y está pasando".
"Es un homenaje, no se van a vender y me intención es montar una exposición"
Por este motivo,
cuando todo vuelva a la normalidad y se termine la cuarentena, David dibujará rostros de niños sonrientes. Mientras tanto,
continuará dibujando a sanitarios y compañeros del hospital madrileño desde su casa, en los ratos libres que le deja su trabajo.
"Los hago en casa con los medios que tengo, el tamaño es A3, suficiente porque más grande no me daría tiempo". Este celador, quien no tiene ninguna formación en Dibujo, utiliza lápiz, portaminas, grafito y goma de borrar para darle los brillos. "Empiezo por los ojos, las gafas; luego la mascarilla y a por ello".
"Es un homenaje, no se van a vender y me intención es montar una exposición, enseñar a toda esa gente que no tienen nada que ver unos con otros.
Estoy dibujando también al vigilante o al cocinero que nadie se acuerda de ellos
. La gente aplaude a los médicos, pero hay muchísima gente detrás, por ejemplo, el jardinero también está trabajando", explica David, "Cuando pueda, quiero que montarlos en marcos, que nos ceda el hospital alguna sala y que nos inviten a comer y luego que cada uno se lleve el suyo. También me gustaría imprimirlos en lienzos gigantes y que se queden en el hospital".
Como mucha gente, David
espera volver pronto a la normalidad. "En nada, estamos en las playas y en las piscinas", asegura.
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