La llegada de los
informes médicos y las recetas electrónicas han ido acabando con esas complicadas situaciones en las que el farmacéutico, en más de una ocasión, tenía que hacer grandes esfuerzos para
interpretar la letra del médico y acertar con el medicamento recetado a un paciente.
Sin embargo, aún hoy se emiten
recetas manuscritas que ponen a prueba las capacidades de interpretación de los pacientes y farmacéuticos. Sobre ello ha reflexionado Julio, un farmacéutico, que ha retado a sus seguidores en las redes sociales a adivinar cuál era el fármaco recetado.
En su mensaje, Julio también apelaba a la
falta de respeto que muchos médicos demuestran al escribir con tan poca ilegibilidad los medicamentos que incluyen en las recetas médicas para asistencia sanitaria, una situación que se resuelve gracias al
impulso de la receta electrónica privada que llegará a toda España antes de marzo de 2022.
Junto a su mensaje de protesta, este farmacéutico ha incluido la imagen de la
recea médica privada, recibiendo numerosas respuestas de otros compañeros de profesión con los que ha compartido experiencia.
En respuesta a uno de eso mensajes, Julio da más detalles sobre esta anecdótica —pero no única— situación que vivió con este paciente al que tuvo que
reclamar algún informe del médico u otra receta para ayudarle a descifrar exactamente qué medicamento era el que tenía que dispensar.
"Le he preguntado directamente si tenía el
informe en alguna plataforma, traía otra receta, y esa se leía mejor. La fecha de la receta parecía egipcio, no la pongo porque se ve el colegiado y el nombre", explica adjuntando otra imagen a la conversación.
Interpretar la receta con ayuda de un informe
Otro farmacéutico se ha interesado por saber si quizá el médico había incluido la
semeticona, dosis o posología. La respuesta, negativa. "Nada. Así venía, junto con esta otra igual. La fecha que la he cortado por el sello con colegiado, aún peor".
Al final, Julio pudo acertar con el médicamento adecuado para este paciente
gracias al informe —este sí en formato digital— que el paciente ha podido enseñar en una plataforma electrónica. También afirma en sus comentarios, que de no haber dispuesto del informe, y con las dudas existentes respecto al medicamento,
no hubiese dispensado ningún farmaco con esa receta: "debe primera la seguridad del paciente, al menos es lo que yo hago".
Si no se entiende la receta, no debe dispensarse ningún medicamento
Si el farmacéutico no admite la receta, el paciente debería volver a su médico a por
una nueva receta en la que pueda leerse con claridad el fármaco que se prescribe, lo que supondría un trastorno para el propio paciente. También se puede mandar una copia al "
colegio de farmacéuticos, y si tiene a bien, darle un toque" a ese facultativo, aunque Julio ya avisa que "suele caer en saco roto".
Hay
riesgos a la hora de "interpretar" una prescripción "no se debe hacer. Ante la duda, no se debe dispensar nada", aclara este farmacéutico que insiste en lo importante que es para la salud del paciente que las recetas siempre sean legibles.
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