Francia ha aprobado una ley para regular el mundo de los 'influencers' y su actividad en las redes sociales. Con ello, el gobierno galo quiere proteger a los consumidores, sobre todo los que son
menores de edad, y legislar en un sector que cuenta, según afirma el ejecutivo, con 150.000 creadores de contenido (y sigue subiendo). El incumplimiento de las normas puede acarrear penas de prisión y multas de hasta 300.000 euros.
La ley conlleva una serie de normas de obligado cumplimiento para todos los creadores de contenidos que operan en el país.
Francia obliga, entre otras cosas, a los influencers a dejar claro en sus publicaciones cuando emplean filtros de embellecimiento para "limitar los
efectos psicológicos destructivos" que ejercen esas prácticas en los internautas más jóvenes.
"Recomendar en redes sociales la abstención terapéutica, aconsejas sobre prácticas no contrastadas científicamente serán penadas por el gobierno francés"
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Además, tendrán prohibido promocionar en las redes
productos farmacéuticos, dispositivos médicos y procedimientos de
cirugía estética. Tampoco podrán, por ejemplo, recomendar la abstención terapéutica, aconsejar sobre prácticas no contrastadas científicamente o incluir productos que contengan nicotina. Otra de las prohibiciones que contempla la norma es la de realizar promociones que muestren a animales considerados no domésticos.
Prisión y multas económicas por incumplimiento
En sus publicaciones promocionadas, los creadores de contenido indicarán si se trata una
publicidad pagada o de una colaboración comercial, cuando sea el caso, de modo que los consumidores sepan el tipo de contenido que consumen.
El incumplimiento de estas normas contempla penas de prisión y el pago de multas que ascienden a los 300.000 euros. También regula la figura de los 'agentes de influencers' que vigilarán el contenido publicado en redes sociales.
Freno a la publicidad de remedios ineficaces
El gobierno francés ha decidido poner en marcha esta legislación ante el número creciente de casos de
publicidad encubierta, fraudes, timos y la promoción en las redes sociales de remedios ineficaces o peligrosos para la salud por parte de algunos de estos
influencers. La ley, que ha sido aprobada por unanimidad, define a los creadores de contenido como "las personas físicas o morales, que, mediante pago, movilizan su notoriedad ante su audiencia para comunicar al público por vía electrónica contenidos con el objetivo de hacer la promoción, directa o indirectamente, de bienes, servicios o de una causa".
En España también se han realizado los primeros pasos para legislar en las redes sociales. Hace solo unas semanas, el ministro de Consumo,
Alberto Garzón, informó que se había puesto en contacto con los responsables de
TikTok, META, Twitter, Youtube y Google+ para tratar los efectos y repercusiones que determinados aspectos del diseño de estas plataformas digitales "están teniendo sobre la salud mental de la población, en especial de los más jóvenes".
Algunos de los mensajes trasladados por el ministro Garzón a estas plataformas fueron que
técnicas como el scroll infinito de vídeos, por ejemplo, "promueven la liberación constante de
dopamina en el organismo del usuario, alteran su sistema de recompensa, y pueden inducir
comportamientos compulsivos que podrían llegar a ser considerados clínicamente como adictivos"
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