Las conversaciones de consulta entre médico y paciente cuentan con un factor adicional en especialidades como
Pediatría: la opinión de los
padres o tutores sobre el tratamiento que el facultativo quiere prescribir al
niño o adolescente. Contar con la negativa de los responsables legales del menor puede entorpecer toda su asistencia sanitaria, y aunque parezca una situación excepcional son muchos los especialistas que se han topado con un escenario como este.
Es el caso de
Nerea, que ha comentado a través de
X (antiguo Twitter), su reacción como profesional de un centro de salud ante estos casos con los que se ha topado en repetidas ocasiones: "¿Qué esperas que te diga el pediatra? 'Sí, pues ponlo dos horas al día al sol y hazle el baile de la lluvia por las noches'", ironiza.
"Mejor voy mañana a su pediatra, me fío más"
Ella no es la única que ha lidiado con estos comentarios en consulta. Al leer su mensaje, otros profesionales han querido reflejar experiencias parecidas sin salir todavía de su asombro. Pero en este 'saco' no sólo entran aquellos padres que, por definición,
rechazan los tratamientos farmacológicos; los sanitarios también han comentado otros casos en los que
no se fían del personal que les atiende en Urgencias y obedecen solamente al especialista que examina normalmente a sus hijos, pese a contar con un diagnóstico certero una vez que salen de la consulta.
Este es exactamante el escenario que narra una especialista con unos tutores que acudieron al hospital de madrugada y
confundieron la laringitis de su hijo con un guisante, y que al recibir el veredicto de la facultativa se fueron asegurando que irían al día siguiente a su pediatra dado que 'se fiaban' más.
Ante casos como el que comentaba la creadora del hilo o los que se reflejan en las respuestas, algunos usuarios han mostrado su indignación por los posibles
perjuicios que pudiera sufrir el menor en cuestión, ya que es quien abandona el hospital o el centro de salud sin recibir el tratamiento que necesita. También hay quienes proponen que los padres paguen un importe adicional para consultas en las que reaccionan de esta manera, ya que implican
tiempo y recursos por parte del Sistema Nacional de Salud que otras personas pueden necesitar.
Otros profesionales han comparado esta situación con la de algunos adultos que
hacen oídos sordos a la prescripción correspondiente, aunque en este caso se trata de una decisión individual que solo tiene consecuencias para ellos mismos. Como ejemplo, la nutricionista
Ángela Moreno expone momentos en su consulta en los que el paciente no quiere seguir ninguna de sus
recomendaciones dietéticas: "Entonces, como nutricionista, ¿qué puedo hacer por ti?", se pregunta.
"Un buen chamán, mano de santo"
Por otro lado están aquellos usuarios que, sin dejar a un lado el tono irónico de Nerea, han querido responder a su
post satirizando sobre el pensamiento de estos tutores legales. Algunos le echaban la 'culpa' a la sanitaria por no utilizar métodos más ajustados a sus demandas y que poco o nada tienen que ver con el ejercicio médico.
Entre los símiles más curiosos, destacan algunos como "quitarle la fiebre al niño con el mágico poder de la imposición de tu mano en su frente" o recetarle "alguna hierba medicinal" para sus dolencias.
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