Ser médico no es sinónimo de
ser un superhéroe, aunque las dos ‘profesiones’ tengan un objetivo común:
salvar vidas. De hecho, los estudiantes de Medicina y residentes pueden experimentar mareos y desmayos en los hospitales cuando salen de su zona de confort, y eso no significa que sean menos válidos, sino que necesitan un
mayor rodaje y adaptación.
A raíz de una información publicada por este periódico sobre si las aspirantes a Enfermería deberían acceder a la carrera si tienen
miedo a la sangre y a las agujas,
Redacción Médica ha preguntado a los médicos, a través de las
redes sociales, cuáles han sido las situaciones que les han llevado a marearse o
desmayarse durante el trabajo.
Entre las respuestas se encuentra la de una
estudiante de Medicina que, durante sus prácticas rotando por
Cirugía, se desmayó en una de las intervenciones delante del jefe de la unidad. “Me ha pasado varias veces”, se ha sincerado.
No es la única a la que le ha ocurrido algo similar, y es que presenciar por primera vez a una
operación quirúrgica puede impresionar tanto que el cuerpo sufra una
bajada de la tensión arterial y
acabe en un desmayo.
Desmayos de estudiantes de Medicina en el quirófano
Otra futura médica estuvo meses en el servicio
de Cirugía Vascular “viendo de todo". Durante ese periodo no tuvo ni mareos ni desmayos, pero en cambio, tras una intervención para quitar un
quiste sebáceo, acabó en el suelo del quirófano.
Todo estudiante de Medicina o
MIR tiene su t
alón de Aquiles. En el caso de una médica, su ‘peor pesadilla’ son las
punciones lumbares y, en el caso de otro médico, su peor experiencia es el
olor "a quemado" mientras estaban
cortando huesos durante una intervención.
Desmayos surrealistas entre los MIR
De hecho, para sentirse indispuesto durante una jornada laboral no tiene que ser solo durante operaciones complicadas donde haya mucha sangre, sino que también ocurre en intervenciones 'fáciles' y más comunes. En este sentido, una estudiante del Grado se desmayó al ver cómo su compañera quitaba una
muela del juicio. “Es bastante surrealista”, ha admitido.
Presenciar cómo un paciente
pierde sangre es de las situaciones más habituales dentro de este sector, y no todos se adaptan rápidamente. En relación a ello, una alumna de Medicina ha reconocido que uno de sus mayores miedos es ver cómo una persona pierde sangre "sin saber de dónde". “También me da temor la
cirugía ocular y las masectomías, porque lo proyecto en mí”, ha subrayado.
El peligro de las guardias de 24 horas
De hecho, las intervenciones relacionadas con los ojos generan temor entre los ‘más novatos’ en la Medicina. Uno de ellos ha contado que se desmayó tras ver como inyectaban la
anestesia en un nervio óptico. “Era una aguja enorme”, ha recordado.
Las guardias de 24 horas que realizan estos profesionales en el Sistema Nacional de Salud
(SNS) y la carga de trabajo que ello conlleva, pueden generar una situación de cansancio y estrés al profesional que
perjudique tanto su vida personal como laboral. Así lo reconoce un médico, quien afirma que sufrió un
accidente con su coche tras volver de del hospital al sufrir un
microsueño causado por estas jornadas.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.