"Os vengo a cambiar la vida", dice
Carlota, estudiante de tercero de
Odontología, en uno de sus vídeos de
TikTok. La joven se está dando cuenta en la universidad de que los consejos que le daba su padre (dentista) eran más que ciertos. "Cuando te lo dicen tus padres nunca haces caso, pero cuando tú lo vives sí", dice a sus más de 15.000 seguidores. La futura odontóloga ha compartido las enseñanzas del día a día para
mejorar la salud dental que le han aportado los tres años de carrera. Entre ellos, saber
cuándo lavarse los dientes y
por qué evitar los piercings en la lengua.
El primer consejo que da es
evitar tomar limón, algo que ella confiesa que hacía constantemente, a pesar de las advertencias de su padre. "Los ácidos son malos en los dientes", señala, añadiendo que dañan el
esmalte, "uno de los pocos tejidos que no se pueden regenerar" y lo que sirve como
protección del diente. "El ácido es como si le metemos lejía", indica. "Si (los dientes) se quedan sin protección, no hay nada que hacer", advierte la joven. Y admite que, "muy a su pesar", ha dejado de tomar "tanto" limón.
La segunda recomendación que aporta es que conozcamos bien
cuándo es la hora ideal para lavarse los dientes. "Los padres siempre dicen 'cuando termines de comer, lávate los dientes'", apunta la estudiante. Sin embargo, explica que hay que esperar una media hora "para
dejar a la saliva actuar", ya que esta neutraliza los ácidos que generan las bacterias con la comida.
Por qué no abusar de los fármacos
La tercera observación que hace Carlota es sobre los
piercings. "Mi padre siempre me había dicho que no me hiciese un piercing en la lengua. Ahora entiendo por qué", señala. La universitaria indica que hacerse un piercing en la lengua es malo por varios factores: porque te lo rozas con los dientes y
dañas el esmalte; porque atraviesa la lengua, que son todo nervios, y es
difícil de curar; y porque no dejas que el odontólogo trabaje bien cuando te toque ir a consulta. "Si tuviera que elegir, justo ese no me lo haría", opina la estudiante.
Finalmente, la joven reconoce que antes cuando "a la mínima" que tenía dolor de cabeza, recurría al
ibuprofeno o al
paracetamol. "Lo que hacemos todos", comenta. Pero desde que este curso estudió en
Anestesia y Farmacología cómo se metaboliza cada medicamento y todo lo que puede provocar, Carlota reconoce que ha cogido miedo. "Me he cagado", sentencia entre risas.
Los buenos hábitos de los estudiantes de Medicina
No es la primera vez que una alumna de un grado sanitario se da cuenta gracias a la carrera de que los
hábitos que mantiene en su día a día pueden ser perjudiciales para su salud. Es el caso de Carlota, una estudiante de Medicina que no dudó en compartir también esta información en
redes sociales y a través de un vídeo destacó la importancia de
lavarse la cara por la mañana y por la noche, y de
usar crema solar a diario.
Los comentarios y reacciones a esta clase de vídeos suelen ser positivos, con gente agradeciendo la
concienciación que puede llegar a generar que una persona con conocimientos comparta este tipo de
información. "Me has matado con el limón, tomo agua con limon", dice uno de los comentarios a los consejos de Carlota.
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