Los
gimnasios son un espacio para cuidar y mejorar la salud pero también se pueden convertir en un polo de atracción de ciertos deportistas hacia el
consumo de sustancias sin prescripción médica para mejorar su rendimiento. Deportes como el
culturismo o entrenos como la
musculación han tenido a lo largo de los años numerosas polémicas por el consumo de
anabolizantes y otras sustancias que, en muchas ocasiones, son adquiridas en el
mercado negro.
Un evidente riesgo para la salud que no por ello evita que algunos de estos ‘deportistas’ expliquen abiertamente en las
redes sociales el consumo que hacen de estas sustancias para ganar
masa muscular.
Un ejemplo de ello es el conocido influencer y tiktoker
Villano Fitness, muy popular en estos ámbitos deportivos, y que en una entrevista con el Youtuber
Asier Pico de Oro explicaba con detalle
qué sustancias consumía y en qué cantidades.
En concreto, la ‘receta’ manifestada en dicha entrevista se basa en la toma de
dos gramos y medio de testosterona a la semana;
10 unidades diarias de hormona del crecimiento; y un gasto de
50 euros al mes en insulina. Unas cantidades en tomas que no se apunta a que estén prescritas por un profesional de la Medicina y que presuntamente estarían adquiridas en el mercado negro.
Fuentes médicas conocedoras del consumo de anabolizantes y demás sustancias, y de su efecto en el organismo, explican a
Redacción Médica que la cantidad descrita de testosterona supone “en promedio,
unas 30 veces la dosis administrada a los pacientes con necesidad de tratamiento sustitutivo de testosterona”. “Es potencialmente deletérea, aditivo al uso concomitante de hormona del crecimiento, y mantenida de forma continuada en el tiempo puede tener
relación directa con afecciones cardiovasculares, así como con alteraciones hepáticas y disfunción del
sistema inmune, predisponiendo a
mayor tasa de infecciones”, matizan dichas fuentes.
Asimismo, la toma diaria de
hormona del crecimiento manifestada por este influencer del fitness equivale entre
“3 y 10 veces la dosis administrada a los pacientes adultos” con necesidad de la misma. Respecto a la
insulina, estas mismas fuentes estiman que el gasto de 50 euros mensuales equivaldría a entre
“15 y 20 unidades diarias aproximadamente”; matizando que “esta dosis puede ser insuficiente, fisiológica o excesiva” siempre en “pacientes
que precisen insulina”.
Enfermedades por consumo de anabolizantes
Este periódico se ha puesto en contacto con la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) para abordar los riesgos del consumo de estas sustancias con el fin de mejorar el rendimiento físico y la generación de masa muscular. Desde la citada sociedad científica explican que los anabolizantes pueden generar “a corto plazo”: “Signos de exceso hormonal, como c
ambios de humor repentinos (euforia y depresión), ansiedad, agresividad, irritabilidad, aumento de acné, problemas de erección con
disminución de la libido, retención hídrica, incremento del riesgo de cardiopatías…”.
A medio y largo plazo, desde la SEEN explican que “el consumo de estas sustancias sin control y a grandes dosis se puede asociar a aparición de
síndromes maniacos, episodios paranoides y de alucinaciones, incremento del número de suicidios, aumento de riesgo cardiovascular con mayor frecuencia de
infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, hipertensión, dislipemia, mayor riesgo de arritmias cardiacas; también se asocia problemas de fertilidad dada la ruptura del complejo equilibrio hormonal interno. Otras consecuencias en relación con las altas dosis de anabolizantes pueden ser los problemas hepáticos y los cambios en el aspecto físico, como la mayor probabilidad de aumento de las mamas en los hombres (
ginecomastia) y disminución relevante del tamaño testicular”. Además, “en el caso de la mujer puede aparecer
virilización por el exceso de andrógenos y anovulación con amenorrea”.
Todo ello añadiendo que “a nivel musculo esquelético se produce un
incremento de las lesiones articulares y tendinosas por hipertrofia muscular”. Y si uso en adolescentes “genera una osificación temprana con detención del crecimiento”.
Respecto a las secuelas del uso y abuso de estas sustancias, desde la SEEN explican: “El
usuario de estas sustancias se va a enfrentar a la abstinencia y a la dependencia. En el primero caso, es común la presencia de síntomas de índole depresivo como astenia, anorexia, anhedonia (
incapacidad para disfrutar de la vida)”. “La dependencia es parecida a la que se presenta con el consumo de opioides; estos efectos son los que más pueden arrebatar calidad de vida a los exusuarios”.
En el varón, explican, “el uso de anabolizantes se asocia con
oligo-azoospermia, que suele ser reversible con el paso de los meses, al igual que la ginecomastia”. “En la mujer, la virilización suele ser permanente, aunque los ciclos menstruales se pueden normalizar con el paso de los meses”, matizan.
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