"Últimamente
me encanta vomitar, lo hago
cada dos días y
siento que me limpio". Estas palabras forman parte del mensaje que compartió la influencer Marina Yers desde su perfil de Instagram. Lo hizo hace unas semanas, y solo mantuvo la historia en su perfil dos minutos, pero fue tiempo suficiente para que alguien lo compartiera.
Ante estas declaraciones, los profesionales sanitarios no han tardado en
alertar del peligro que puede tener un mensaje así. Uno de ellos ha sido el enfermero Héctor Castiñeira, quien ha recordado que estos
trastornos son "algo muy serio y muy grave" y recuerda que la influencer tiene un
millón y medio de seguidores en Instagram.
"
Esta chica es un peligro para la salud pública y lo ha demostrado en numerosas ocasiones, pero esto supera cualquier límite de lo irresponsable, jugando así con los trastornos alimentarios", apunta la periodista científica Rocío Vidal, conocida como 'La gata de Schrödinger'.
A su vez, la farmacéutica Gemma del Caño ha recordado, a través de una publicación en Instagram, que "la imprudencia puede hacer más daño de lo que parece una simple publicación ya que miles de adolescentes pueden pensar que vomitar de vez en cuando es algo bueno". Esta sanitaria recuerda que "si tienes la necesidad de depurar el cuerpo; si sientes la necesidad de vomitar (aunque sea de vez en cuando); si te sientes mal después de comer: no es normal" e insiste en la necesidad de pedir ayuda, ya que "los TCA son un problema muy serio".
Por su parte, la
psicóloga Marta Martínez Novoa ha calificado estas palabras como
"gravísimas" y que realmente el motivo de su mensaje no importa ya que hay que tener en cuenta "las
posibles consecuencias en quien lo lea siendo muy joven, pasando por un momento vulnerable, sin tener la información necesaria, etc, porque pueden ver a esta persona como ejemplo y creerse que es real y buena idea". En su publicación aclara que
"inducir el vómito ni limpia ni es maravilloso" y que además, es probable que "haga
iniciar un TCA".
Marina Yers: "Ha sido un comentario muy desafortunado"
En medio de toda la polémica, la
influencer ha rectificado y ha pedido disculpas por sus palabras. "Como todo ser humano, me equivoco y digo cosas que no debería decir. Tendría que cuidar más lo que diga, sí, ¿pero qué sentido tendría que todos los influencers cuidaramos lo mismo que decimos? No es la primera vez que me equivoco y no será la última", argumenta a través de una historia en su perfil de Instagram.
"Yo tomaba pastillas para dormir y hace poco me enteré que
como efecto secundario tienen nauseas. Yo las sentía y
no llegaba a encontrarme bien hasta que vomitaba, sentía mareos y ganas de vomitar. Y cuando lo hacía, me sentía mejor", detalla. A su vez, añade que a los dos minutos de hacer la polémica publicación se dio cuenta de que era un
comentario muy desafortunado y borró.
El problema que han destacado algunos sanitarios es que no es la primera vez que Marina Yers genera polémica por sus ideas. Si a principios de año renegaba del uso de la mascarilla e incluso de la
existencia del Covid-19, hace unas semanas compartió "un remedio
para el dolor de garganta"
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