Un
estudio realizado por investigadores estadounidenses, y publicado en la revista
Trauma Surgery & Acute Care Open, ha avisado de que la serie de televisión
'Anatomía de Grey' puede distorsionar la realidad de la Traumatología, incluida la velocidad en la que los pacientes se recuperan tras una lesión grave.
Para alcanzar esta conclusión, los científicos compararon la imagen del trauma sufrido por
290 pacientes ficticios del Hospital estadounidense de Seattle Grace en las 12 primeras temporadas de la serie con los padecidos en la
vida real por 4.812 pacientes recogideos en el National Program Sample de la base de datos de traumatismos (NTDB).
"Tienden a basarse en enfermedades raras, presentaciones extrañas de enfermedades comunes o lesiones extrañas"
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De esta forma, observaron que la tasa de
mortalidad fue tres veces mayor en Anatomía de Grey que en la vida real (22 por ciento en comparación con 7 por ciento) y el 71 por ciento de los actores pasaron directamente de la atención de emergencia al quirófano, mientras que solo uno de cada cuatro (25 por ciento) de los pacientes reales lo hicieron.
Entre los supervivientes de la serie, solo alrededor de 1 de cada 20 (6 por ciento) fueron transferidos a un centro de atención a largo plazo, significativamente menor que la proporción de enfermos reales (22 por ciento). Además, entre los heridos graves, la mitad de los pacientes de ficción pasaron
menos de una semana en el hospital, mientras que solo uno de cada cinco (20 por ciento) de los pacientes de la vida real lo hizo.
Respecto a la edad, los pacientes ficticios tenían una media de 34 años, mientras que en la realidad ronda los 41. Además, el 40 por ciento de los pacientes con traumatismo son mujeres, mientras que la cifra real habla del 30 por ciento.
Buscando la excepción
"Los dramas médicos de la televisión estadounidense tienden a basarse en argumentos que presentan enfermedades raras, presentaciones extrañas de enfermedades comunes, lesiones fantásticas y extrañas, y eventos de víctimas en masa, todo enmarcado dentro de una representación 'realista' de un hospital estadounidense típico", han detallado los expertos.
Esto, prosiguen, puede
provocar una visión "sesgada" de la realidad, especialmente en un momento en el que la satisfacción del paciente ahorra costes al sistema. "La divergencia entre las expectativas del paciente y la realidad puede contribuir a niveles más bajos de satisfacción", han zanjado.
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