"Llevo 15 días fuera de mi trabajo, el que hago por vocación, años atrás estaría extrañándolo pero ahora no". Con esta frase Julio Armas,
urgenciólogo, comienza un mensaje reivindicativo donde explica que "la culpa de que los facultativos no quieran volver a sus puestos de trabajo
no es del paciente, sino de la mala gestión de los hospitales".
"Años atrás estaría echando de menos mi día a día y la adrenalina de urgencias", añadía Armas en su texto, señalando que
"su vocación se encuentra actualmente en cuidados intensivos". "Muchos médicos nos planteamos renunciar constantemente, pero amamos demasiado nuestra profesión y a quienes ayudamos", afirmaba.
No obstante, el urgenciólogo también enumera todas aquellas razones que le han hecho querer abandonar la profesión médica en más de una ocasión estos últimos años. "Las listas de espera eternas, la
saturación de urgencias, las carencias de todo el sistema
, diagnósticos tardíos, las complicaciones de enfermedades crónicas, las eternas listas de espera o las primeras consultas de otros especialistas que jamás llegan", indicaba Armas en su texto.
Vocación médica: "Nuestra desmotivación no es culpa del paciente"
Además, el facultativo asegura que cuando se quejan
"te ponen un parche y entras en la mira de ataque" y se pregunta "cuántos años de vida potencialmente perdidos generan las políticas de gestión nefastas". Una opinión que comparten muchos compañeros de profesión, que no hay dudado en dar su visión sobre el tema.
"Es una pena y lo peor de todo es que no tiene pinta de mejorar", aseguraba un facultativo a través de su cuenta de Twitter. Mientras que, por otra parte, una médica admitía que "son tiempos difíciles tanto para los pacientes como los profesionales sanitarios" y que la "desmotivación para estos últimos está a la orden del día".
Por último, varios pacientes también han querido agradecer estas palabras por parte de Armas. "Es gratificante leer a un médico que no culpa a los pacientes de una situación que claramente es culpa de gestores", escribía un usuario. Además, afirman que "es una gran pena que los profesionales sanitarios se sientan así". "Imagínense lo que perdemos los pacientes
; los profesionales sanitarios deben ser escuchados", subrayan.
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