Las denuncias de los sanitarios que ven cómo se colapsan las Urgencias por casos inverosímiles siguen copando las redes sociales. La última la ha protagonizado una
pediatra que ha contado que, en una de sus jornadas de trabajo, tuvo que hacer una revisión a un niño que se había bañado en una piscina donde otro
“se había hecho caca”.
“Ayer me trajeron a un niño a
Urgencias porque mientras se bañaba en la piscina con otro niño se hizo caca y a ver si va a coger una infección”, relataba la profesional
desde la cuenta ABC de Pediatría. Una situación de lo más llamativa que ha recogido decenas de respuesta de c
ompañeros de profesión.
Algunos de ellos han apostado por ‘castigar’ a padres e hijos “sin dejarles bañarse en lo que queda de verano”, obligándole a
“bañarse con neopreno integral” o acudir con "escafandra".
Otros, se han tomado con ironía este hecho y han respondido con exhaustivas pruebas para tal ‘enfermedad’. “¿Y le hiciste aerología frente al
bacilo piscinero enteropatógeno?”, “proxilaxis con axitromicina y
Albendazol” o medicarle con “profilaxis antirretroviral”.
Pero no siempre suena gracioso.
Twitter ha sacado su lado más critico con algunos usuarios que han optado por abochornarse ante la actitud de los padres. Aseguraban que, aunque ahora resulte criticable, lo peor es lo “poco” que cuesta ese tipo de consultas a dichos pacientes. Recobrando el dilema de
cobrar por las atenciones no necesarias, algunos usuarios de la red social han reclamado
“pagar por uso inapropiado”
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