Este jueves, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, daba a conocer una nueva propuesta a negociar en la reforma de la
incapacidad temporal (IT) en la que trabaja el Gobierno. La idea es que
determinados trabajadores que se encuentren de baja puedan pedir su reincorporación laboral de forma voluntaria. Sus palabras han generado dudas entre los profesionales sanitarios, quienes sobre todo han hecho referencia a la
supuesta decisión del paciente.
"Hablar de voluntariedad, nunca lo va a ser. Siempre va a ser presión por parte de la empresa", expresa la anestesióloga Elena Casado a través de un vídeo publicado en su perfil de Instagram sobre estas
bajas médicas 'flexibles'. "Claro que sí.
Cuando una persona está saliendo de un cáncer, su voluntariedad es trabajar cuanto antes. No recuperarse física y emocionalmente y dar gracias que sigue vivo/a", ha añadido desde su cuenta en X.
De forma similar opina un compañero de especialidad de Casado, quien respondiendo a una publicación en la que aseguran que "
una incorporación progresiva al trabajo, acordada entre el paciente y su médico de familia,
puede ser beneficiosa incluso para su curación", lo niega. "En teoría funcionaría muy bien. Como las horas extra.Como la adaptación de jornada. En realidad…no. Y no hay intenciónalidad política para meter mano a eso", apunta. "Soy médico, anestesista, y he estado de baja por motivos de salud. No es así. Muchos
médicos de Familia están hasta arriba y no pueden por sobrecarga
valorar como se debe todas las bajas", argumenta.
A su vez, desde la cuenta '1 cada 8 horas' apuntan a que esta
incorporación parcial podría ser una "buena idea" pero siempre y cuando se tuviera
"una inspección laboral fuerte y protectora con el profesional" ya que "no todas las patologías son iguales ni se está igual de mal al principio que al final de la baja". En este sentido, consideran que para el paciente si podría ser positivo poder incorporarse de una forma más flexible y sería una buena medida para aquellos que tengan "buenas condiciones laborales".
"Ahora mismo hay gente cuya única tabla de salvación es que su
médica de familia se empeñe en protegerlo de la empresa que lo maltrata, y la herramienta que tiene es la baja. Debilitar eso sin tener los mecanismos de protección del trabajador puede ser realmente doloroso", añade en su hilo.
Bajas médicas flexibles en Europa
"En Noruega esto se hace, y funciona bastante bien. Pacientes con
depresión o ansiedad que no pueden trabajar las 40 horas semanales pero sí 20. O pacientes que han estado de baja durante mucho tiempo y a los que
les agobia reincorporarse al 100% después de mucho tiempo de inactividad, tienen la opción de hacerlo de forma gradual", explica una especialista de Familia que ha trabajado en Noruega. "¿El problema que le veo a la aplicación de esta medida aquí? Pues que aquí
se va a presionar al trabajador para que se incorpore antes de tiempo (algo que ya se hace, por otra parte)", apunta.
Ante sus palabras, otros usuarios han incidido además en la supuesta
"picaresca" de los pacientes españoles. "Yo también pensaba en ello antes de vivir en Noruega, pero también aquí hay mucho caradura". "Me venía gente a pedir una baja por “estar cansado” o tener “dolor de cabeza” (leve). Y no te creas que me pedían un día o dos, no. De siete a diez días, para poder relajarse bien", explica esta profesional.
Padilla sobre las bajas flexibles
Por su parte, Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, también ha reflexionado sobre esta flexibilidad, haciendo alusión a dos "elementos irrenunciables" en este tema como son la
voluntariedad y el
valor de la salud por encima de criterios laborales. "Cualquiera que haya pasado consulta en Atención Primaria puede identificar escenarios donde esta medida, bien implementada y con el trabajador en el centro, puede ser beneficiosa", ha manifestado.
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