Si un niño se pone enfermo, debe guardar
reposo en el domicilio, y cuando los dos progenitores trabajan: ¿quién se hace cargo del cuidado del menor? La simple indicación médica debería ser suficiente para que uno de los dos padres recibiera el
permiso laboral correspondiente y pudiera quedarse en casa acompañando al niño, puesto que no se vale por sí mismo. Sin embargo, no siempre se cumple esta declaración de buenas intenciones por parte de la empresa y exigen a los trabajadores un justificante médico que acredite dicha necesidad.
Así ha sido la anecdótica situación que ha vivido una pediatra en su consulta. Desde su perfil de Twitter, ha explicado que unos padres han pedido que anote en el
informe médico de su hijo
"que si el niño se queda en casa se tiene que quedar con un adulto". Los progenitores alegan que, sin esa indicación concreta, en el trabajo "no les dejan faltar". La facultativa se ha mostrado
sorprendida por tener que hacer esta aclaración específica en el alta de un niño de solo cuatro años de edad, cuando es evidente que no puede permanecer solo en casa. "Se nos está quedando un mundo precioso", se lamenta.
En respuesta a su mensaje, una colega de profesión ha explicado que en parte de sus plantillas de alta ya tiene puesto una frase que dice: "Cómo resulta evidente, se recomienda
reposo domiciliario bajo la supervisión de un adulto responsable". Asegura que esta es su forma de "aportar a la
conciliación" de las familias de este país, consciente de lo difícil que es a veces encontrar un equilibrio entre las necesidades laborales y las familiares.
Ellos mismos inciden en que los
pediatras no deben emitir justificantes y que su labor solo permite realizar "recomendaciones y sugerencias" a las familias. A pesar de ello, la facultativa que ha expuesto lo ocurrido señala que no tiene problemas en indicar que un
adulto debe permanecer con el menor y que lo hace siempre que se lo piden "sin poner pegas".
Justificantes de enfermedad para los colegios
A menudo, los
pediatras se enfrentan a este tipo de situaciones en las que los padres solicitan
justificantes que no están obligados a tramitar. Emitir un papel que acredite la
enfermedad del menor por la que no ha podido acudir al colegio es una de las que más se repite. En este sentido,
Roi Piñeiro, jefe del Servicio de Pediatría del
Hospital Universitario General de Villalba y miembro de la
Asociación Española de Pediatría (AEP), admitió a
Redacción Médica que “las ausencias escolares de los menores de edad deben ser autorizadas o justificadas por sus padres o tutores legales” e incide en que "los médicos no tienen ninguna obligación de justificar estas faltas".
El facultativo expresó, además, que esto supone una tarea adicional a la labor diaria de los
médicos de los centros de salud. “Las ya debilitadas consultas de
Atención Primaria no se deben ver sobrecargadas por asuntos que no les corresponde justificar a los médicos”, zanjó.
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