Situación uno. Una joven
fisioterapeuta acude a una entrevista de trabajo. Llega porque buscan contratar a alguien nuevo en una clínica. Una vez allí, para ver su ‘profesionalidad’, se le exige dar un
masaje al entrevistador para ‘comprobar si sus habilidades son válidas para el puesto’. Situación número dos. Paciente varón que pide un masaje diciendo que siente dolor pero que éste sea bien "cerca de la zona inguinal".
Situación tres. Otro paciente (diferente aunque sigue siendo hombre) que pide que sea “con final feliz, niña”. Estos no son hechos puntuales. Ocurren a diario a las
mujeres que se dedican a la Fisioterapia en nuestro país. Sin embargo, esta semana la gota ha colmado el vaso y con la
campaña #MeTooFisio cientos de trabajadoras de este colectivo han denunciado el acoso que sufren.
El movimiento ha nacido de la
‘fisio’ Berta (@di_berti_da), que a raíz de un post de otra compañera en Facebook, compartió las
viñetas de @fisioterricola que ilustran el
machismo que viven las mujeres del colectivo. “Yo quise visibilizar que esto no es una cuestión normal ni que haya que dejar pasar. Tenemos que empezar a denunciarlo y empezar a no avergonzarnos cuando nos ocurre algo así”, ha confesado a
Redacción Médica. Berta trabaja en Sevilla, más concretamente en una clínica privada con personas con discapacidad, entre las que se encuentran menores. Ha contado que “por suerte” a ella no le ha pasado, pero que a compañeras se les han llegado a insinuar hasta padres de pacientes
A través del
hashtag #MeTooFisio, “ha habido muchas chicas que han compartido sus experiencias, algunas no lo han hecho hasta ahora porque sentían vergüenza. Incluso hay alguna compañera que ha pedido perdón a su familia por no haberlo contado antes”, ha expresado esta fisioterapeuta tuitera.
Una llamada de atención para los colegios y Administración
En pleno
debate sobre si los fisios también deben prescribir o no como ha ocurrido con la Enfermería, Berta ha revelado que con esta campaña se ha buscado
dar visibilidad a esta problemática para que los colegios medien con la Administración y tomen medidas oportunas. “Yo creo que deben empezar a ponerse un poco las pilas”, ha planteado.
Esta fisioterapeuta ha denunciado un par de cuestiones que influyen también; uno de los problemas principales es que
“falta mucha representación femenina” en los colegios y, por otro lado, que dependen de la
legislación. “Dependemos mucho de lo que se legisla y eso no está en manos de los colegios profesionales, sino de la propia Administración. Son los colegios los que tienen que mediar con ella y con nosotros. Confío y espero que se haga”, ha sugerido.
¿Por qué ese acoso e imagen estereotipada sobre la Fisioterapia?
En algunas de las viñetas que se han compartido a través de Twitter o en algunos de los comentarios surge un desagradable
concepto: final feliz. Berta ha matizado que el
masaje “está erotizado” y que se juntan varios factores como son: la
nula educación sexual que se recibe y la imagen que se da en los medios (internet, televisón, películas, series). Ha expresado que todo va enfocado en la educación que se recibe y los valores que hay interiorizados en la sociedad, pero que “por suerte, estamos empezando a quitarnos la venda”.
La creación de una figura que proteja ante estos abusos
Actualmente, los profesionales sanitarios están viviendo situaciones muy incómodas en las consultas y
son víctimas de agresiones por parte de los pacientes. Para erradicar esta lacra se ha creado una
figura para protegerles. Por lo tanto, ¿debería extrapolarse este perfil y crearse una figura a quién denunciar estas actitudes machistas y violentas que viven las fisios? Berta ha considerado que sería muy interesante la
incorporación de un observatorio o individuo profesional que aúne las quejas y demandas de las fisioterapeutas. “Nosotras tenemos miedo, sobre todo las compañeras que trabajan en su clínica privada o en gabinete. Son chicas que sienten miedo porque no saben qué tipo de paciente les va a venir”, ha lamentado.
En último lugar ha matizado que es necesario que este perfil también se sostenga a
nivel jurídico. Es decir, algunas mujeres se han encontrado situaciones en las que no podían denunciar por no haber un "tocamiento" o gesto claro que alegar y les ha llevado a no poder reclamar por situaciones vividas con pacientes y compañeros. En definitiva, se precisa más concienciación para que estas denuncias no queden en el aire.
“Es preciso que los servicios jurídicos de los colegios profesionales no solo sirvan para asesorar jurídicamente cuestiones laborales, también deben contratar un servicio jurídico que nos defienda de las denuncias y que, incluso, sea
el propio colegio el que se persone como causa particular”, ha planteado.
Enfermeras, médicas y auxiliares también se ven afectadas
“Tenemos un
machismo estructural dentro de la profesión. Está completamente sexualizada. Las fisioterapeutas estamos muy cosificadas y los valores que hay están basados en una educación machista”, ha denunciado. Pero el colectivo fisioterapeuta no es el único afectado por estas agresiones verbales, acoso y atosigamiento por pacientes y, a veces, también compañeros.
Durante esta semana, paralelamente al bullicio que se ha levantado en Twitter con las compañeras fisios también han surgido los
hashtag #MeTooNurse,
#MeTooDoc y
#MeTooNutri. Y es que también enfermeras, médicas, auxiliares de Enfermería, nutricionistas sufren a diario estas circunstancias repulsivas. En este sentido, Berta ha señalado que “sería fundamental que nos juntásemos todas” para erradicar esta cruda realidad.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.