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La Hierbas, Mariano, Mauri... un médico diagnostica Aquí no hay quién viva

Un futuro MIR cataloga los diferentes trastornos de personalidad con los personajes de esta serie


03 nov 2023. 13.50H
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La imaginación de los médicos que preparan el examen MIR no tiene límites. Las largas horas de estudio y esfuerzo provocan que, en su afán por despejar la mente, relacionen los conceptos estudiados con hobbies que tienen de la manera más creativa posible. En esta ocasión, uno de ellos ha publicado un mensaje en ‘X’, antiguo Twitter, relacionando los diferentes tipos de trastornos de personalidad con los personajes de la serie ‘Aquí no hay quien viva’.

“Después del estudio MIR de hoy y tras muchos años viendo esta maravilla de serie he conseguido encajar todos los trastornos de personalidad con sus personajes”, ha plasmado en su perfil personal.


La metodología utilizada ha sido la de dividir a los personajes por grupos. En el primero de ellos, en referencia al Clúster A, ha agrupado a los personajes que considera “raros”. De esta forma, el trastorno paranoide lo ha vinculado al personaje de Nieves Cuesta, a quien ha descrito como una mujer desconfiada, suspicaz y “tocacojones”. “No tiene miedo de sacar su pistola en cuanto te pasas de listo y es muy rencorosa”, ha indicado.

En referencia al trastorno esquizoide, lo ha unido al personaje de Pablo Guerra como el que mejor representa esta patología al no demostrar interés en las relaciones sociales ni familiares. También por ser una persona solitaria, poco afectiva y emocionalmente fría.

Trastornos de personalidad en personajes de televisión


Isabel Ruiz, o popularmente conocida como ‘La Hierbas’, es uno de los personajes más populares de esta serie española. Su personalidad ha provocado que este médico la relacione con el trastorno esquizotípico. “Es excéntrica, con creencias y pensamientos mágicos y, en situaciones de estrés, presenta síntomas psicóticos breves, como su famoso: “mátala Juan””.


En el segundo grupo, el del Clúster B, este futuro especialista ha agrupado a los personajes que considera “inmaduros”. El cabecilla de este elenco es Mariano, el padre de Emilio, quien siempre está metido en líos y nunca se arrepiente. “Es un embaucador, despreocupado, imprudente e impulsivo y nunca se preocupa por las consecuencias ni por el futuro”, ha afirmado.

Otra de las figuras protagonistas de esta serie es Belén López, quien representa, según el autor del hilo, el trastorno límite de personalidad. Las razones para ello es que es impulsiva, presenta una ira inapropiada y necesita relaciones intensas e inestables constantemente. Además, tiene la autoestima muy baja y tendencia a la autolesión.

Trastornos del clúster B en Aquí no hay quien viva


En este grupo no podía faltar la compañera de piso de Belén, Alicia Sanz. Con su faceta teatral y dramática este médico le ha encasillado con el trastorno histriónico. “Le encanta ser el centro de atención y tiene un comportamiento seductor, no hay más que verla en el anuncio de salchichas pavo fresco”, ha afirmado.

Abriendo ‘el melón’ de los trastornos del Clúster C, donde se agrupan “los temerosos”, se encuentra su representante: Mauricio Delgado. Con él, el trastorno dependiente “toma forma humana” y se caracteriza por tener un “miedo tremendo” a estar solo. “En cuanto sale de una relación, tiene que entrar en otra nueva. Es muy sensible, con una autoestima nula y necesita la aprobación continua de otras personas”, ha resaltado.


Para el trastorno de evitación hay dos candidatos que se enfrentan por el puesto. Por un lado, Beatriz y por otro lado Paco. Según ha explicado este médico, no tienen todas las características de esta enfermedad, pero sí que comparten bastantes, como que evitar el contacto interpersonal “importante” y las relaciones, entre otros síntomas.

Para concluir y siendo uno de los personajes favoritos de los fans se encuentra Vicenta, una de las integrantes del trio de ‘Radio Patio’. A ella se le asocia con el trastorno de la personalidad obsesivo compulsivo. Las principales razones son: su dedicación extrema a su trabajo, que es el de escuchar por el patio a los demás, su perfección al hacer croquetas y la obsesión enfermiza que tiene con Andrés Guerra.

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