"Ya se están autorecetando las influencers, y además, presumen de ello". Con esta frase, María, Técnico en Nutrición y Farmacia, acompañaba la imagen publicada por una creadora de contenido, con más de medio millón de seguidores, donde afirmaba "estar autorecetándose mupirocina,
pomada antibiótica, para tratarse la infección del piercing del tragus". "Llevo tres o cuatro días poniéndomela y me está funcionando muy bien", añadía.
Un gesto que ha molestado a profesionales sanitarios, que no han dudado en criticar este tipo de actitudes cada vez más frecuentes entre los influencers. La propia nutricionista autora del post, explica a
Redacción Médica que "
el tema de los antibióticos es un problema global y algunos influencer no se dan cuenta del alcance que pueden tener".
"Publicitar este tipo de medicamentos puede generarnos muchos problemas a la larga", confiesa, asegurando que tan solo genera que "la persona que lo está viendo, y tenga algo similar, piense que la mupirocina puede irle bien teniendo otro tipo de infección, como por ejemplo, fúngica".
"Los influencers no son conscientes del problema global de los antibióticos"
En segundo lugar, destaca la
"poca importancia que se le da a la gravedad que supone la resistencia a los antibióticos". "Seguramente si hubiera ido al médico le hubieran recetado esa pomada, pero lo normal es que se lo diagnostiquen y no incite a otras personas a comprar un antibiótico solo porque a ella le ha funcionado bien", subraya.
Sin embargo, no ha sido la única en criticar duramente estas "autorecetas". Otro farmacéutico insistía a través de su cuenta de Twitter, que "
Sanidad debería frenar a estas personas que, sin ningún conocimiento,
recomiendan fármacos de prescripción médica obligatoria como antibióticos o corticoides". Mientras, una usuaria advertía que "luego no se quejen cuando las superresistencias nos maten a todos".
No obstante, la imagen también ha reabierto otro debate:
¿por qué tiene un fármaco sin una receta previa? Una pregunta a la que varios farmacéuticos no han dudado en responder. "Se la dispensarían para un tratamiento anterior y como el tubo es gigante, te sobra antibiótico para los restos", admiten, señalando que ese es el problema en muchas ocasiones. "Como les queda, deciden volver a usar lo mismo, sin saber si lo que tiene ahora se trata con eso o no".
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