"Hasta aquí. Fin a 20 años de guardias". Así anunciaba José Ferrandis,
médico de Urgencias, que dejaba la sanidad pública donde ha estado ejerciendo desde 2002. Un mensaje con el que ha recibido el apoyo de muchos compañeros de profesión que se ven reflejados en los motivos de su marcha.
"He dado el paso de dejar la sanidad pública tras 20 años por muchas razones. Entre ellas una situación de temporalidad sostenida durante más de 19 años, en los que
sólo se han convocado tres OPE en mi comunidad", contaba como el principal motivo de esta decisión a
Redacción Médica. Aunque reconoce que "el agotamiento de los turnos de noche,
las guardias de 16 o 24 horas y en general el progresivo deterioro del sistema cada año que pasa", también han influido.
"Estoy agotado físicamente y psicológicamente y con nulas perspectivas de crecimiento profesional en
Atención Primaria", afirma el facultativo. "En todos estos años no hay forma de hacer algo distinto en Atención Primaria que no sea pasar consulta, aún teniendo formación y experiencia en otras funciones que sí me han abierto puertas en la sanidad privada", reconoce Ferrandis.
Sobre si ha influido la pandemia en su decisión, afirma que "lo había sopesado antes, pero que lo ocurrido este último año ha sido la gota que ha colmado el vaso". "Hemos tenido una enorme sensación de abandono, descontrol y desamparo profesional", asegura sobre los meses más duros de la
crisis sanitaria derivada del Covid-19. Con respecto a si su decisión de marcharse de la sanidad pública a la privada también será la que decidan tomar muchos compañeros de profesión en los próximos años, reconoce que "lleva ocurriendo esto mucho tiempo" y que mientras "nadie tome medidas, continuará la sangría".
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No hay forma de hacer algo distinto
en Atención Primaria que no sea
pasar consulta, aunque tengas
experiencia y formación
en otras funciones
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Ferratis, que se incorporará a la sanidad privada a un grupo multidisciplinar de
Dermatología, "para lo que me formé por cuenta propia en los últimos años", asegura que ama su profesión pero que" las malas condiciones laborales con las que ha contado han pesado mucho".
Por último, reconoce que "ha llegado a sentir rechazo por su trabajo por las condiciones en las que muchas veces debemos ejercen", y afirma que "seguramente
no es imposible conciliar la profesión médica con la vida personal, pero cada vez es más complicado y se da en menos puestos". Precisamente con respecto a esta cuestión, asegura que "la sanidad privada a diferencia de la pública está aprendiendo a valorar y aprovechar el recurso más importante en cualquier organización de servicios; los profesionales que los prestan".
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