No es nada nuevo que, muchas veces, 'descifrar' que ha escrito un médico en
la receta es todo un reto. Esto se debe a la
diversidad de caligrafía, y las prisas, con las que muchas veces se hacen anotaciones. El problema llega cuando la imposibilidad de entender qué es lo que ha recetado el médico pasa por erratas, palabras ilegibles y
faltas de ortografía.
Durante los últimos días, Guillermo Martín, más conocido en redes sociales como Farmacia Enfurecida, ha difundido a través de su perfil algunas
recetas "mágicas". Una de las últimas, ha revolucionado Twitter. "Paracetamol, 1g", se lee en la receta, y justo debajo: "En base grande" en vez de "Envase grande". "El paracetamol me lo voy a tomar yo para los ojos", bromea Martín, que añade: "el médico más basado".
Los
comentarios son de los más diversos. Algunos más cómicos, como el usuario que explica que había leído "un beso grande" a los que afirman que los médicos "escriben así para que se vean las faltas de ortografía".
Tras el 'estallido' del tweet, el farmacéutico ha empezado a
recopilar recetas que ha recogido, y otras que le han ido enviando los usuarios, casi todas, 'literalmente', ilegibles. Algunas resultan jeroglíficos, como en ejemplo en el que la receta reza: "Tednsona", cuando se refiere a "Prednisona". Otro ejemplo llamativo es en la que pone "Loracepan" en vez de 'Loracepan". Los usuarios se han volcado con las "recetas mágicas" y el mismo Guillermo Martín cuenta que tiene más de 800 mensajes privados que le envían nuevos ejemplos. Irá mostrando la recopilación en su perfil de Instagram.
¿Quedan recetas escritas a mano?
Más alla de la broma, Martín insiste en que es "importantísimo que la receta no solo la tiene que entender el farmacéutico, también el paciente. Tienen derecho a conocer su tratamiento". Y es que, aunque lo más habitual a día de hoy es que las recetas sean electrónicas y se acceda a ellas con la tarjeta sanitaria, todavía quedan algunas a la vieja usanza.
Hace poco Farmacia Enfurecida
también se hizo viral, pero justo por lo contrario. Compartió una receta del Instituto Social de las Fuerzas Armadas (Isfas) en la que era perfectamente legible el medicamento que debía dispensar. Junto a la imagen, el sanitario comentó: "orgasmo farmacéutico".
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