"No puedo dormir. Creo que es
el insomnio de cuando llevas a cuesta la presión de un examen como es el
MIR". Así comienza la reflexión que una médica ha compartido desde sus redes sociales, a escasas semanas de la realización de la prueba que tendrá lugar el 29 de enero.
Esta facultativa compara la ansiedad que le genera presentarse al examen con la "campana extractora de la cocina". Cuando la tienes encendida durante una hora cocinando, "no te das cuenta, sigues en automático hasta que alguien, llega y la apaga. Justo en ese momento te das cuenta del ruido que hacía y lo que te
molestaba". "Pues
así me siento yo, con esa campana extractora encendida 24 horas del día, porque sí,
hasta sueño con el examen dichoso y me despierto pensando que estoy de la olla", expresa en el texto Ángeles Aragón.
El ansia de sacar buen número en el MIR
No obstante, insiste en que mentalmente está sana, pero la presión y la intensidad de la preparación le supera. "No,
no estoy de la olla. Es el juego en el que estás metido. Son
meses de soledad, horas y horas haciendo todo y con la
sensación de que no haces nada o nunca es suficiente. Te venden que si haces nosécuántas mil netas eres mejor que el de al lado.
El ansia de sacar número. Las expectativas de todo sobre ti.
Qué miedo no saber relativizar. Yo a veces me pierdo en esa sensación".
Ángeles termina su texto confirmando que realmente
un examen tipo test no te define, ni como médico ni mucho menos como persona. "Yo empecé a estudiar medicina con el simple propósito de que el día de mañana pueda ayudar a alguien y darle el mejor trato humano como profesional y persona. Y lo siento, pero eso no lo dan 200 netas. Pase lo que pase en un examen y no me define", señala.
A raíz de sus palabras, otros profesionales han coincidido con su reflexión. "
Ese texto nos define a toda la Formación Sanitaria Especializada", expresa una enfermera. "Soy MIR del 87 y el sentimiento es idéntico a pesar del paso de los años, los cambios de moda, etc. Mi objetivo fue siempre el de curar y sino aliviar el dolor, la angustia, el miedo. La ciencia ocupa un espacio, el ser humano que hay detrás de cada profesional lo complementa", argumenta un médico.
"Totalmente y últimamente siento que se premia más la nota de un examen test que la humanidad y la empatía, es un mundo competitivo y somos personas muy perfeccionistas y es fácil pensar que si haces menos netas que el otro eres peor médico y nada más lejos de la realidad", concluye Ángeles.
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