Mágica. Así es la noche del
24 de diciembre. La ilusión se apodera de nosotros y la emoción por estar con los nuestros nos embarga. Pero no todos son afortunados de poder reunirse en torno a una mesa junto a sus seres queridos. Hay quienes tienen que pasar la noche en el hospital, entre las atenciones de los
sanitarios que se preocupan por dar lo mejor de sí mismos y hacer que la estancia de los
pacientes sea lo más agradable posible.
Y con estas premisas, comienza nuestra historia. De cómo dos sanitarios del
Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín sorprendieron con un
acto altruista que convirtió la noche del 24 de diciembre de los pacientes en mágica.
Todo comenzó a medio día, cuando uno de los sanitarios de guardia pensó que los pacientes se merecían un
regalo por Navidad. Emprendió camino hacia el municipio canario de Teror donde compró unas
pulseras de ángeles con piedras volcánicas.
Escribió diferentes
mensajes y los nombres de los pacientes en cada una de las cajas en las que iban guardadas las pulseras y, por la noche, junto a otro de sus compañeros, comenzó a colocarlas en las mesas de las personas ingresadas en la cuarta planta del Negrín.
Caras de sorpresa,
felicidad, lágrimas de emoción, abrazos y palabras de
agradecimiento de los pacientes fue el final de este maravilloso cuento de Navidad que crearon nuestros sanitarios españoles.
También
sus compañeros han agradecido la iniciativa realizada por la felicidad que proporcionaron a los pacientes del hospital durante el día de Navidad.
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