Han pasado pocos días desde que 7.235
opositores se enfrentarán al
examen EIR de 2021 y dieran el primer paso para decidir su futuro como
residentes. A pesar de que son cientos los estudiantes que cada año realizan este programa de
formación especializada en España, la sensación de algunos enfermeros y enfemeras es que todavía viven "un poco en la oscuridad".
Después de medio año como
R1 de Enfermería Familiar y Comunitaria, Samantha llamaba la atención sobre un caso concreto que explica, en su opinión, hasta qué punto se desconoce
"el EIR dentro de la Enfermería". Esta residente confiesa estar harta de que sus compañeras se refieran a ella como
"la de prácticas". No todas, "afortunadamente", pero sí "una gran mayoría", según cuenta a
Redacción Médica.
"Me resulta frustrante", reconoce, puesto que "enfatiza la
falta de reconocimiento que nos tenemos entre nosotras mismas como enfermeras". Su promoción de residentes, además, es la primera de EFyC en Coria (Cáceres).
Para Samantha, el término prácticas puede no llegar a englobar por completo
la importancia que supone llegar a ser residente. Es decir, haber tenido que pasar por una preparación fuerte y superar un
examen a nivel nacional que se caracteriza por su dureza, especialmente este año. "Que no sepamos valorar ése mérito hará que, sin duda, le restemos la importancia que tiene", asegura, convencida de que el reconocimiento entre la población
tiene que partir de los propios compañeros de profesión.
EIR con 7 años de experiencia previa
En su opinión, esta "etiqueta" supone además una idea preconcebida de la falta de experiencia y conocimientos previos que se asocia a las EIR como
"enfermeras novatas". Algo que su
currículum enfermero en los últimos 7 años se encarga de desmentir. Samantha es Diplomada y Graduada en Enfermería, Máster en Investigación, Experto en Quirófano, UCI y Urgencias y Emergencias, Doctoranda. Su objetivo a la hora de especializarse fue lo que le hizo pedir una
excedencia en la plaza fija de la que dispone como enfermera en UCI y presentarse al examen EIR hace ahora un año.
De hecho, en más de una guardia ha coincidido con los compañeros con los que había trabajado con anterioridad. Para ellos sigue siendo "la de siempre" mientras que a ojos del resto de trabajadores el trato irremediablemente "es de
'la nueva' o 'la de prácticas'". Incluso, ha habido ocasiones en las que ha sentido que se la tenía menos en cuenta.
El problema, explica , va más allá de este denominación, ya que lo verdaderamente importante es que
"se entienda y se comprenda" lo que significa ser EIR. Una de las peores cosas de su experiencia, es, de hecho, " vivir en primera persona el desconocimiento general de esta firgura" y que, a veces supone
"no encontrar tu sitio"."Espero que con el paso de algo de tiempo y con el contacto con la figura del EIR consigamos ser uno más del equipo".
Como parte positiva, la residencia le está permitiendo rotar por unidades o servicios que "seguramente no habría tenido oportunidad de conocer", además de conseguir experiencias que "sin duda
sumarán en su día a día como enfermera".
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