Las
cifras diarias de los positivos y fallecidos con coronavirus continúan creciendo en esta segunda ola de la
pandemia Covid-19. A pesar de ello, y de que los profesionales sanitarios continuamente avisen de la
saturación de los hospitales, aún hay personas que plantean o sugieren que no hemos llegado a los mismos niveles que se alcanzaron durante los primeros meses de la pandemia.
"¿Hasta que punto
400 muertos Covid por semana es que no estamos tan mal?", reflexiona un médico internista desde su perfil de Twitter. Este facultativo se sorprende al escuchar declaraciones que sugieren esta calificación y explica que "por supuesto no estamos tan mal como en marzo o abril", pero es que
estos meses fueron "el horror". "
Esperemos que nunca vuelva a ocurrir nada parecido. A cualquiera que estuviéramos en primera línea se nos encoge el corazón de pensarlo", detalla este profesional sanitario.
Sin embargo, considera que "seguimos estando muy mal" y lo refleja con datos de pacientes ingresados. "Esto va por barrios, pero en Salamanca tenemos unos 150 pacientes ingresados y 25 pacientes en UCI", argumenta en el hilo de Twitter, "Y esto no es que sea mucho, es que es muchísimo, algo fuera de toda proporción y muy difícil de manejar. No debemos ni podemos acostumbranos".
"Para cualquier hospital, tener 150 pacientes ingresados a la vez por una misma enfermedad es algo totalmente inaudito. En Salamanca no ha ocurrido nunca, excepto en el pico de la primera ola (ahí multiplicamos esa cifra). Es un volumen enorme de pacientes. Y necesitan atención", continúa este facultativo, "Esa atención no es sólo la cama hospitalaria o de UCI, que también, es sobre todo el personal que les atiende. Y como no escapa a nadie, es imposible atender adecuadamente todo lo que atendíamos hace un año más los pacientes Covid-19. El sistema se satura y no funciona bien".
Final de la segunda ola de coronavirus
Así, este médico internista en el Hospital Universitario de Salamanca señala que aunque se esfuercen y se garantice la atención de todos los procesos graves y urgentes, "el funcionamiento del hospital al final se resiente" con estas cifras de ingresos. Además, el personal sanitario del centro "también se satura. Y también comienza a "funcionar" mal por puro agotamiento, estrés, y desánimo. No trabajábamos igual hace un año que ahora. Hay una carga física: turnos, guardias, llevar el EPI... Y una carga mental: riesgo de contagio, estrés y no ver el final".
"La forma de controlar la pandemia ahora mismo está en la sociedad, no en la sanidad"
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A su vez, explica que no ver el final "está siendo de lo más desalentador en esta pandemia". "En la primera ola nos volcamos en la lucha contra el Covid-19 como si fuera una carrera de 100 metros lisos, para descubrir unos meses más tarde que esto es una dura carrera de fondo. Y sin final en la lejanía".
"En los hospitales podemos recibir a los pacientes que ingresan y tratarlos lo mejor posible, cada vez con más dificultades por la sobrecarga. Y tal vez haya algún tratamiento eficaz pronto y tal vez tengamos una vacuna en unos meses, pero de momento solo nos queda prevenir"
"La forma de controlar la pandemia ahora mismo está en la sociedad, no en la sanidad. Esperemos que pueda controlarse o llegar a un equilibrio, dentro de la gran sobrecarga que supone un "equilibrio" dentro de las cifras actuales. Sobrecarga enorme aunque, a veces, no lo parezca", finaliza.
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