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Cómo estudiar Medicina siendo enfermera: "La vocación es innata"

Mar Forner explica cómo ha conseguido, tras 9 años de perseverancia y esfuerzo, entrar en la carrera de Medicina

Mar Forner, enfermera y estudiante de Medicina.

30 may 2021. 17.00H
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Mar Forner asegura que su vocación es innata. Nadie en su familia era sanitario, pero desde que era muy pequeña tenía claro que quería ser "médica simpática". Sin embargo, no le ha sido sencillo alcanzar su objetivo y ha tardado nueve años en conseguir entrar en la carrera de Medicina. No obstante, lo hace con la ventaja de trabajar durante años como enfermera. Ante esta dualidad, Mar se considera afortunada y reconoce que, al menos en las nuevas generaciones, "no hay rivalidad entre médicos y enfermeros".

Con la intención de "motivar y demostrar que es posible", Forner ha detallado a través de un hilo desde su perfil de Twitter cómo ha alcanzado este sueño, ya que hay mucha gente en su misma situación. Inicia explicando que mientras que el instituto le fue "rodado", la prueba de selectividad no le salió nada bien y Mar optó a hacer Enfermería y Fisioterapia en una universidad privada con la intención de entrar a posteriormente a Medicina. Sin embargo, su hermana fue diagnosticada con esclerosis múltiple y su expediente bajó mucho.

Acceder a Medicina tras realizar un máster


Al no conseguir acceder tras terminar la carrera, Mar decidió hacer un máster en Investigación en Ciencias de la Salud ya que desde 2014 con un máster oficial también se puede optar por la plaza. Tras él, esta joven de Mutxamel (Alicante) fue a Lituania donde desarrolló un proyecto europeo sobre el ajedrez y las habilidades cognitivas de los niños. De hecho, esto dio paso a su tesis doctoral, sobre cómo ayuda el ajedrez a las personas con demencia.

Al acabarlo volvió a intentar entrar en Medicina, sin suerte, y le ofrecieron un doctorado. Al segundo año de este su padre le hizo recapacitar. "Era feliz, pero siempre había tenido Medicina en mente", cuenta Mar a Redacción Médica. Aunque intentó prepararse selectividad no le vio sentido a sus ventitantos, y optó por hacer otro máster, en este caso de envejecimiento activo y salud. "Si eres titulado universitario solo puedes entrar con un máster oficial, otra carrera o selectividad. No hay otras vías", explica.

En el segundo cuatrimestre de este, mientras ella trabajaba como enfermera además en Anestesia y Quirófano del Hospital de Elda, llegó la pandemia de Covid-19. No obstante, el coronavirus no consiguió arrebatarle el premio extraordinario de fin de máster y probar por cuarta o quinta vez entrar en Medicina. "Había incluso planteado la posibilidad de estudiar la carrera en Polonia o Lituania, y luego a volver", detalla Mar.


Sin embargo, el momento llegó. "Me tiré al suelo, temblé, grité, lloré...", relata Mar al recordar cómo recibió la tan ansiada llamada. "Aunque firmé la plaza en la Universidad de Bilbao, el pasado 7 de septiembre me llamaron de Valencia, mi sueño. De pequeña le dije a mi madre que algún día trabajaría en el Hospital La Fe", explica ilusionada Mar.

Trabajar como enfermera mientras se estudia Medicina


Durante todos estos años Mar no ha parado, ni de trabajar ni de estudiar. "A pesar de que siempre he estado estudiando, he trabajado normalmente en dos sitios al no tener continuidad laboral", apunta. Cuenta que, incrédula ante una tercera ola de coronavirus, volvió a presentarse en la bolsa de Enfermería. "Ahora estoy en el Clínico de Valencia, sobre todo en Cuidados Intensivos y Reanimación".

Aunque parezca que con su bagaje, estos próximos años le serán fáciles, "realmente Medicina es una carrera de fondo, literalmente", compara. Y es que además de todo lo que ya hace, le encanta correr. "Creo que Medicina es una maratón, no es difícil pero sí necesitas tener muy claro el objetivo. Ser una persona perseverante, tener constancia y esforzarse", confiesa.

Si tuviera que dar un consejo a alguien en su misma situación, la filosofía de esta enfermera es "insitir y persistir". "Hay que tener las cosas muy claras, tener un objetivo y no salir de ahí. Agotar todas las posibilidades, la demanda para las plazas reservadas a titulados -que no son las mismas para los que acceden tras selectividad- es altísima. Yo entré con un 9,67 sobre diez". 

Y ahora, una vez dentro, lo único que quiere es disfrutar. "Con la edad que tengo, me da igual terminarla antes que después. Lo importante es disfrutar, no somos enciclopedias, trabajamos con personas". Además, sus años de experiencia laboral le permite tener una visión "mucho más amplia".

"A día de hoy ya no hay rivalidad entre médicos y enfermeros, al menos en las nuevas generaciones"



"Siempre me han dicho que hay muchas enfermeras que son médicos frustrados. Es un error pensar eso, a mí Enfermería me ha aportado muchísimas cosas", cuenta y cree que "a día de hoy ya no hay rivalidad entre médicos y enfermeros, al menos en las nuevas generaciones". 

"Lo que nos importa a todas las disciplinas sanitarias es el paciente, que tenga calidad asistencial y solventarle los problemas de salud. No el título que tú tengas", asegura. "El buen profesional es empático, y eso se construye, va en los valores, no se puede aprender en la facultad. La vocación es innata".

Confiesa que, cuando llegué el momento, su idea es especializarse en Anestesia, puede que por su experiencia al haber trabajado en quirófano y críticos, aunque también porque es "la que más se parece a Enfermería". Además, prefiere hacer su trabajo correctamente y no recibir halagos. "Creo que los anestesiólogos son los caballeros en la sombra, quién te ha quitado el dolor, quién te ha cuidado, y son fundamentales".

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