La epidemia de gripe en Europa está llevando al límite los sistemas sanitarios. De hecho, unos 16.900 pacientes, el número más alto de este invierno, se han visto ‘atrapados’ en la parte trasera de ambulancias a la espera de poder acceder a los hospitales, colapsados por enfermos que padecían la enfermedad infecciosa.
Esto está ocurriendo en Reino Unido en la semana que va de Nochebuena hasta la víspera de Año Nuevo, y según los medios de comunicación británicos es una cifra récord. En algunos casos, las esperas superaron la hora y muchos centros se vieron obligados a derivar pacientes.
La situación en tierras inglesas es extrema. Unos 20 complejos hospitalarios destinados al tratamiento de pacientes agudos del National Health System (NHS) se han visto obligados a declarar una alerta negra, la señal de socorro oficial, en los últimos días. De hecho, 12 de ellos informaron de que el cien por cien de sus camas estaba ocupado.
La situación ha llevado a que gran parte de las operaciones quirúrgicas planificadas se retrasarán al menos un mes, a medida que el personal examine los casos más urgentes. Jeremy Hunt, secretario de Salud de Reino Unido, se ha disculpado por la ola de cancelaciones: “No era lo que yo quería”, ha reconocido.
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