Sobrecarga de pacientes, agendas interminables y falta de medios para atender como se merece a los usuarios. Esa es la queja que desde hace meses arrastran los
profesionales de Atención Primaria y que de momento ninguna administración ha conseguido solucionar. Para hacer una nueva llamada de atención, una médica rural ha aprovechado
su perfil de Facebook para dirigirse directamente a ese paciente a quien explica cómo es su situación y a quien pide disculpas porque el desempeño de su función no se desarrolla como ella quisiera.
Y se dirige a ese paciente desde ese foro 'virtual' porque "quizá sea en el momento actual el único al que usted y yo podemos dedicarle el tiempo suficiente para una comunicación adecuada", ya que "los dos sabemos muy bien que hace mucho que
en la consulta no podemos hablar como a ambos nos gustaría".
"Sueño con volver a proporcionarle una asistencia primaria de calidad"
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Recordando la frase de
Martin Luther King que reza "hoy tengo un sueño", admite que la
relación médico-paciente no es lo que era. "A menudo llega usted a la sala de espera y no tiene ni un sitio en el que sentarse porque ya está llena, oigo sus comentarios y los de los otros pacientes desde dentro de mi mal insonorizada consulta, a medidas que se van cansando de esperar, se preguntan a qué hora tienen ustedes la cita, si este es su médico, si estará hoy el titular... Les comprendo perfectamente, yo me lo pregunto también cada mañana, nada más despertar, antes incluso de saltar de la cama, créame que cada día con creciente desesperación", escribe.
Esta situación no sucede en ese sueño que ella tiene, que incluye una
agenda adecuada para paciente y médico, "con los huecos bien repartidos y en la que poder dedicarle
al menos diez minutos a cada persona". Un sueño en el que puede explorarles con calma, ayudándoles sin prisa a subirse la ropa sin pensar en quien está esperando y explicándoles también con calma
lo que ha visto en la exploración y consensuando la mejor manera de tratarlo, resolviendo dudas y ayudando con los miedos "sin que se me note en el gesto la angustia cada vez más frecuente que me asalta cuando una consulta se prolonga unos minutos más".
Formada y capacitada
A esta médica le gustaría poder poner a disposición de los pacientes todo lo aprendido en sus seis años de formación, muchas cosas para las que está capacitada "porque el
Estado ha gastado una buena parte de su dinero, el de los pacientes, en formarme, pero no está dispuesto a gastar absolutamente nada en que esa formación sea productiva y no se vaya al garete". Lamenta, también, que en prensa
venda más la adquisición de un equipo de última generación que un médico sin lista de espera en AP, del mismo modo que no disponer del tiempo necesario para formarse y formar a otros en Medicina Familiar y Comunitaria dentro del horario laboral.
En su sueño también puede hacer
intervención comunitaria, y
no existen personajes que denostan, insultan, ningunean o intentan minimizar la función de los médicos de AP en el sistema sanitario.
Por todo eso, sueña con volver a proporcionar al paciente una
asistencia primaria de calidad, "con el mismo entusiasmo y el mismo amor por los pacientes y la profesión" que el viejo
médico de pueblo que sabía y hacía de todo. "Creo de corazón que usted y yo merecemos que mi sueño se haga realidad. Pero para eso ambos tenemos que poner de nuestra parte, y poner sobre todo unión y determinación para que quienes deciden por nosotros desde las heladas cumbres del poder escuchen lo que queremos, lo que necesitamos, lo que humilde pero firmamente pedimos: UNA ATENCIÓN PRIMARIA DIGNA Y DE CALIDAD", sentencia esta doctora.
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