¿Cada cuánto se debe lavar la bata? ¿Es verdad que genera menos seguridad en los pacientes? ¿La bata es transmisora de virus y microbios? El médico Ángel López ha montado un hilo a través de su cuenta de Twitter (@angelopezh) con el objetivo de poner negro sobre blanco a los mitos y verdades que giran en torno a uno de los elementos más icónicos y distintivos de los médicos: la bata blanca.
En primer lugar, López arroja luz sobre el cuidado e higiene de la prenda, y recomienda que siempre “debe estar limpia” y deben lavarse con una frecuencia “no inferior a una vez por semana”. Pero esta no es una ley universal y depende de los casos. Por eso, en el caso de que el médico esté en contacto con pacientes infecciosos, la bata deberá cambiarse “a diario o tras el contacto con los mismos”.
En caso de que el médico decida no vestir este sobretodo, debe lavar con la misma asiduidad su ropa. “Recuerda lo mismo para objetos de adorno como corbatas, pulseras, relojes y collares, tarjetas de identificación, en todos ellos se aíslan bacterias en igual modo que en las batas de médicos”, explica en su mensaje.
Actualmente, las relaciones entre el médico y el paciente se han vuelto más horizontales y menos ‘jerárquica’. De hecho, a día se hoy se habla de medicina centrada en el paciente, “pues los pacientes, a igual calidad cientifica-técnica y empatía de sus médicos, prefieren con bata”. No obstante, si el paciente ya conoce a su médico de anteriores consultas y establece una cierta relación de confianza, este hecho pierde relevancia. “La bata blanca es un símbolo importante de la profesión médica y a los pacientes le reconforta su uso”, apunta.
Por otro lado, López recomiendo que si el médico optar por vestir la bata, la misma debe “estar remangada hasta el codo”. En el caso de que debajo lleve ropa de manga larga, esta también debe remangarse dejando siempre libre el brazo hasta el codo.
En cuanto al número de batas de cada médico debe tener, lo idóneo es un “mínimo de dos” y proporcionadas por “las empresas proveedoras de salud”. De hecho, su limpieza debe correr a cargo de estas mismas empresas. ¿Por qué? Pues porque sino “deberán hacerlo los empleados de forma arbitraria y esto perjudicará a la seguridad de los pacientes”.
Por último, López cierra el hilo con dos aclaraciones: “1) No es la bata la que transmite los microbios, sino cualquier objeto o prenda en contacto con ellos. 2) La bata no reemplaza la atención médica excelente, esto es "el hábito no hace al monje”.
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