En 2020 las agresiones a profesionales sanitarios descendieron un 35 por ciento respecto al año anterior, según los últimos datos Organización Médica Colegial de España (OMC). Sin embargo, se registraron 441 casos, una cifra sensiblemente alta cuando se trata de la seguridad de los profesionales en su puesto de trabajo. Además, tanto el Covid-19 como la campaña de vacunación aumentan el volumen de trabajo en centros de salud y hospitales, complicando su gestión y provocando más saturación.
Así, a pesar de los datos registrados en el Observatorio Nacional de Agresiones de la OMC, hay sanitarios que reflejan que la "
crispación ha aumentado con la pandemia".
Nazaret Yanes es enfermera en un centro de salud de Tenerife y hace unos días fue amenazada e insultada por un paciente enfadado porque no había recibido todavía la vacuna frente al Covid-19.
"Me sentí
especialmente dolida porque además,
tenía interés en poder resolver su problema -no estaba dado de alta en el SNS- e hice varias llamadas", explica Nazaret a
Redacción Médica. "Me tomé tiempo para tratar de ayudarle, pero él, lejos de atender a razones, tenía una
actitud de desprecio hacia mí y mis compañeros y en general, contra todos los que no fueran como él. Tuve que terminar la conversación cuando comenzó con
comentarios xenófobos".
"Están muy impacientes en todo lo relacionado con la vacuna al no saber cómo está siendo el proceso por el cual se les llama"
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Esta sanitaria explica que en general, "los pacientes están
muy 'impacientes' en todo lo relacionado con la vacuna y
no saben exactamente cómo está siendo el proceso por el cual se les llama". Al igual que ocurre en otras comunidades, los centros de salud canarios contaban -hasta hace muy pocas semanas, según detalla esta enfermera- la previsión de vacunas disponibles para la semana siguiente. Para organizar las citas y
aprovechar todas las dosis, "cogíamos los listados que nos proporcionaba el SCS y empezábamos a llamar hasta completar la disponibilidad".
"Son una cantidad inmensa de personas y eso hace que se desesperen, sobretodo cuando van viendo a sus vecinos vacunados y ellos no reciben la ansiada llamada, se impacientan y acuden al centro de Salud o colapsan las citas (tanto telefónicas como presenciales) y las líneas del centro para preguntar cuándo les tocará a ellos", añade Nazaret Yanes. "
Cierto es que la mayoría no se muestran tan maleducados y agresivos como este usuario, pero sí que cada vez más tenemos que soportar estas salidas de tono".
Crisis Covid-19 prolongada en el tiempo
A su vez, esta enfermera detalla que no es la primera que recibe
agresiones verbales y amenazas de daño físico, pero reconoce que en los últimos meses y con la pandemia la situación ha empeorado. "En los últimos meses, los compañeros que trabajan filtrando la entrada al centro, deben
soportar gritos, insultos, malos modos...", añade Nazaret, quien trabaja en un puesto de gestión aunque reconoce que "a menudo estoy en trincheras
con todos mis compañeros codo con codo; porque para vencer a este maleante -el Covid-19-, debemos luchar juntos".
"C
reo que tiene mucho que ver con el descontento de la población, la situación de crisis prolongada en el tiempo, y sobretodo con la incapacidad de las personas para reconocer sus emociones y gestionarlas de manera eficiente", argumenta.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.