Las
agresiones son, por desgracia, episodios comunes y conversaciones recurrentes entre el personal sanitario. Son múltiples los escenarios en los que un paciente o sus acompañantes canalizan su enfado
de manera física o verbal con aquellos que les atienden en
hospitales y centros de salud, siendo el
gremio sanitario uno de los más vulnerables en este sentido. Esta cuestión acarrea un impacto considerablemente negativo en la
salud mental de
médicos, enfermeras y demás profesionales del
Sistema Nacional de Salud (SNS).
En la especialidad médica de
Pediatría, los pacientes también pueden experimentar estos ataques de ira y pagarlos con los propios facultativos. La diferencia, en este caso, es que se trata de niños y el problema muchas veces no está en la propia
agresión al personal sanitario, sino en la actuación por parte de los
padres o tutores al respecto, ya que en edades muy tempranas el menor no es consciente de la gravedad de sus actos.
Un ejemplo es la situación que ha vivido recientemente una
facultativa de dicha especialidad y que ha explicado en su perfil de X, antiguo
Twitter. "Un niño de 5 años
me pegó dos veces en la cara,
me arañó después y
me quitó la mascarilla", relataba, a lo que posteriormente ha añadido que "los padres no se disculparon", y que excusaron el comportamiento del pequeño en su "miedo a los médicos". El resultado fueron "dos heridas en la cara" de la pediatra, frente a "un catarro" del menor.
Agresiones en Pediatría ante la indiferencia de los padres
La especialista asegura que este tipo de comportamientos en la infancia es "involuntario" y que refleja "miedo, desconocimiento, dificultad para manejar la incertidumbre" o incluso la
presencia de alguna enfermedad. Añade que los
pediatras están "hechos a ello", y que comprenden que estos episodios ocurran. No obstante, concluye especificando que lo que le molesta es la
nula actuación por parte de los padres "ante la agresión de su hijo a otros".
El testimonio ha recibido la respuesta de varios
compañeros de especialidad que han querido plasmar la habitualidad de situaciones como esta. "Todos los pediatras sufrimos alguna que otra de estas", ha explicado uno de ellos, aludiendo a
este tipo de agresiones. También ha enumerado los motivos que pueden conducir a un niño a cometerlas, y ha delegado una vez más la
responsabilidad en los tutores: "Lo que me parece preocupante es que los padres no sepan razonar con él ya con 5 años".
Pero no sólo la Pediatría sufre estas situaciones. De forma paralela a la
Sanidad, varios profesionales de la Educación han querido transmitir a la facultativa que comparten este sentimiento, y que viven estos episodios con frecuencia en las aulas: "Niños que hacen cosas muy malas y familias que se lo disculpan todo", o "menores cada vez más violentos" son algunas de las experiencias que han relatado algunos maestros respondiendo a esta sanitaria.
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