Los sanitarios no se cansan de denunciar la preocupante situación que viven actualmente los
servicio de urgencias de todo el territorio nacional. Del aumento de consultas banales al "desmantelamiento" que creen que se está realizando de ellos.
Uno de los últimos en alzar la voz ha sido el Julio Armas, médico de urgencias del
Hospital de Elche. En un extenso hilo publicado en Twitter, el facultativo expone que "Urgencias no debería ser ni una trinchera, ni un sitio de guerra ni un sitio demencial. Hemos normalizado lo caótico, lo desigual, las esperas, la falta de empatía de los unos y los otros. Hemos normalizado dejar de disfrutar de nuestra profesión para
sobrevivir a los turnos".
Una situación que lamenta porque acaba por
perjudicar al propio paciente. "Cada paciente crítico es un caos en sí mismo, pero mantener esa calma tensa augura mejores resultados que gritar y gritar sin parar. Infundimos calma en medio de la tempestad, pero Urgencias ya no es lo que era, y los que trabajamos allí tampoco", se lamenta antes de afirmar que esta situación está provocando "
muertes prematuras, diagnósticos tardíos… y sufrimiento".
El abandono de profesionales formados
El resultado es que este problema afecta directamente a los propios sanitarios, no solo en el ejercicio de su profesión, también en su estado anímico. "Y vamos quedando menos que entendemos la
atención al paciente crítico como esos primeros 15 minutos más interesantes de cualquier otra especialidad. Y también nos equivocamos, porque en nuestra cabeza hay caos y hartazgo. Y dolor, que vamos escondiendo tras alguna sonrisa".
Los facultativos ya no "creen en promesas" porque "urgencias es el
caos de la gestión. Aquel saco donde caen todos las sinrazones y las carencias de quien año tras año ha apostado por no cuidar a su gente. Y esa gente cansada de tantos desatinos". Un hecho que está provocando que "profesionales formados" abandonen "sin mirar atrás. Huyen".
En su conclusión,
Julio Armas se lamenta asegurando que ya no se hace "medicina empática" en las salas de urgencia, sino que se practa la "medicina defensiva, sin profundizar". "Y se dejan por el camino la empatía, la escucha y gran parte de esa humanidad que aún conservamos a prueba de balas. Es terriblemente injusto y cruel".
El problema para este facultativo va más allá del color político y apunta a que quizá se debería "volver a aquellas
movilizaciones de la 'marea blanca'". Y no es la primera vez que desliza esta idea. En uno comentario posterior, Julio Armas señalaba que "el colapso del
sistema sanitatio lo permitimos desde nuestra inactividad" y emplazaba a sus compañeros de profesión a abandonar el enfrentamiento para pedir soluciones a los que "recortan y duermen tranquilos".
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