"No, la lengua no se traga". Así de tajante lo ha expresado
la enfermera @anaisnursing haciendo referencia a una publicación de su cuenta de
Instagram, que lleva por nombre
@lalenguanosetraga, en la que se ha denunciado la supuesta actuación incorrecta que llevaron a cabo agentes del
Cuerpo Nacional de Policía y que aún se siga aplicando esta errónea práctica.
“¿Por qué no dejan todos ustedes de meter los dedos en la boca de personas que necesitan únicamente, en este caso concreto, apartar cosas de su alrededor que puedan dañarle durante la crisis, y esperar que se calme poniéndole en
posición lateral de seguridad”, se ha valorado en el perfil
instagramer.
Un comentario que se ha cerrado con una dura reflexión: “Es que es indignante. A ver si le arrancan un dedo a alguien alguna vez. Sale en todas las noticias y se entiende de una vez”.
El comentario de esta enfermera no ha sido el único calificando la actuación de los agentes de seguridad. "Todo lo que habéis hecho está genial excepto lo de sacar la lengua. Tendríais que actualizaros un poco en
primeros auxilios”, ha expresado el
perfil de Twitter @sandra_olmos141.
De hecho, el comentario de esta enfermera no se ha quedado ahí y ha matizado que “estamos cansados de decir y demostrar que la lengua no se traga y que, convulsione o no, jamás hay que introducir nada en su boca”.
El protocolo de actuación de los agentes de la Policía
Todo el revuelo, que se ha generado en redes sociales, viene a raíz del protocolo que siguieron los
agentes del Cuerpo Nacional de Policía cuando auxiliaron a un
joven en Burgos que cayó desplomado en medio de la calle y que perdió el conocimiento, según informaron desde
Europa Press.
Rápidamente solicitaron una
ambulancia pero al ver la gravedad del usuario, que estaba convulsionando y con síntomas de ahogamiento, procedieron a socorrer. Fue ahí cuando le abrieron la boca y sacaron manualmente la lengua, actuación por la que han recibido todas las críticas de los expertos sanitarios.
Colocaron a la persona en posición lateral de seguridad y, afortunadamente, el joven recobró la consciencia, aunque en un principio se sentía desorientado. A la llegada de los servicios de emergencia se le trasladó al
Hospital Universitario de Burgos para ser atendido.
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