"Hoy he tomado
la decisión más dura de mi vida: abandono definitivamente la Atención Primaria". Con estas palabras ha compartido un médico la elección que ha tomado en los últimos días tras sufrir un desgaste laboral provocado por la presión. "He invertido años y mucho esfuerzo en algo que finalmente no ha sido como esperaba", añade a través de una publicación en X.
Este
médico de Familia explica que la Medicina fue su vocación desde niño y esto fue el "motivo" que le llevó a darlo todo, tanto durante la universidad como en la residencia
MIR. "La Medicina ha sido la fuerza que me condujo a querer ser mejor persona, a continuar creciendo, a seguir formándome. El amor que volcaba sobre mi profesión y mis pacientes, el espíritu de compañerismo y el pilar que sostuvo el esfuerzo de más de una década. Pero
no puedo más. Ese pilar se desmorona. Lleva años haciéndolo. Se desmorona bajo un sistema donde la presión es tan grande, que he acabado roto por dentro", reflexiona sobre su decisión de
abandonar la Medicina.
Cómo decidir dejar la Medicina
"Sé que
no soy el primer médico de Atención Primaria que cuelga la bata, y mucho me temo que
no seré el último. La decisión de poner punto y final a este camino me resulta esperanzador, pero a la vez
terriblemente doloroso. Se trata de un duelo, de una herida que tardará años en cerrarse", añade este médico que ha preferido mantener el anonimato.
Su decisión no ha sido nada sencilla de tomar y la considera incluso "una
derrota". No es la única, ya que, según explica a
Redacción Médica, sus familiares y amigos no entienden por qué deja su trabajo como médico. "Lo consideran una locura, una
irresponsabilidad, una forma pueril de tirar mi carrera a la basura", detalla.
Ante la pregunta de "¿Y ahora qué?" no tiene todavía clara una respuesta, pero mantiene esperanzas en que su futuro laboral, de momento incierto, sea mucho mejor que el presente. "Continuaré estudiando, luchando por reinventarme, por aprovechar mis conocimientos y por adquirir las destrezas necesarias para seguir siendo un profesional competente y en continua evolución. Y prometo que, desde otra perspectiva, mi trabajo continuará orientado por y para el bien de los pacientes", añade sobre
qué hacer tras dejar la Medicina.
Abandonar tu trabajo de médico
Además, puntualiza que ha tardado, pero ahora ya es consciente de que su lugar "no está en un centro de salud". "Pese a estar
bien entrado en la treintena, nunca se es demasiado mayor para
cambiar de rumbo", apunta. "Me voy con lágrimas en los ojos, con pena y miedo a partes iguales… pero con la cabeza alta y la mirada puesta en un futuro que, espero, sea mejor. Mejor para mí y, sobre todo, para todos esos pacientes por los cuales nunca dejaré de volcarme".
Sus palabras no han pasado desapercibidas y muchos compañeros de profesión han mostrado comprensión hacia su situación. "Muchos nos lo planteamos, ayer sin ir más lejos tras 92 pacientes visitados entre tres personas y cinco horas de urgencias en Primaria... Cada día que pasa tengo menos ganas de
volver de nuevo al infierno", responde un enfermero.
"Ánimo.
Yo tomé la misma decisión que tú. Nunca me he arrepentido de ser médico de familia. Sobre una gran base para cualquier otra especialidad. Hasta que no se resuelva el problema de la sistemática de trabajo en primaria, seremos muchos los que tomemos el mismo camino", coincide otro especialista.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.