"Soy médico y he estado llorando como un niño...¿Por qué?"

Miguel de Cervantes decía que “de gente bien nacida es agradecer los beneficios que recibe”. Y es que una muestra de gratitud, ya sea una palabra o un gesto con la mirada, nada cuesta y mucho significa para quien la espera. En torno a esta idea ha surgido la reflexión que ha hecho un cirujano en su cuenta personal de Twitter sobre lo que percibe en muchas ocasiones de sus pacientes.

“Soy médico y he estado llorando como un niño… ¿Por qué?”. Así de sincero ha comenzado su hilo @WindMister (su nombre en la red social). A lo largo de una serie de tuits ha narrado cuáles son sus sentimientos y frustración frente a la cantidad de respuestas negativas, comportamientos maleducados o protestas que recibe por parte de los enfermos y que le quitan valor a su labor.


“Yo no voy en contra tuyo. Ni tuyo, ni de los otros 30 pacientes que han entrado antes que tú. Estoy A FAVOR vuestro. Porque he sacrificado, sacrifico y seguiré sacrificando horas de compartir mi vida con los que quiero con el fin de estudiar para conseguir lo mejor para ti”, ha expresado sinceramente en uno de sus comentarios.

Durante toda la conversación ha explicado que los profesionales sanitarios “sacrifican” horas de sueño por las guardias que llevan a cabo y salud mental “metiéndome en tu propia mierda como si se tratara de la mía”. Además, hace una valoración sobre si están bien remunerados o no. “Y no, no cobro una millonada que justifique todo este trabajo. Los sueldos son miserables”, ha añadido este cirujano.

"Por favor, sé amable, sonríeme y hazme sentir que estás agradecido"

A través de este hilo, el facultativo ha reclamado más muestras de agradecimiento y de amabilidad. “Fíjate en quien tienes delante y lo que está haciendo por ti. Por favor, sé amable, sonríeme y hazme sentir que estás agradecido. Solamente te pido eso”, ha aclarado.

Para cerrar el hilo, que supera ya los 2.000 Me Gusta, el cirujano da respuesta a la pregunta que lanzaba en el tuit principal. “Por eso lloro. No puedo entender que decenas de miles de horas invertidas se resuman en una mala cara, ni por asomo. Déjame sentir que elegir ayudarte fue una buena opción de vida. Soy médico. Soy humano. Y puedo sentir, tanto bien como mal. Necesito cariño, igual que tú. Y estoy contigo. Trátame con respeto, por favor. Y solamente con eso, sonreiré”, ha concluido.