Hacerse con la
plaza deseada en el MIR es tan complicado como importante en la vida de un médico, ya que es la señal que marca el camino hacia su futuro profesional. Ante el número limitado de vacantes, la
popularidad de algunas especialidades y la cantidad de aspirantes inscritos, son muchos los que tienen que ceder a la hora de elegir y
repetir el MIR o decantarse por su 'plan B', 'C'... o 'Z' en la decisión de hospital o disciplina médica.
Ante esta situacion, una
R1 de Hematología ha querido advertir a los aspirantes al
MIR 2024 que la decisión que tomen a la hora de
elegir una vacante puede perjudicar a otros compañeros y también a los profesionales del hospital en cuestión. En concreto, recuerda el caso de una persona conocida de su entorno que
aceptó una plaza sabiendo que iba a rechazarla, dejándola por tanto vacía para el Servicio e inaccesible para cualquier otro residente.
Una queja que no ha sido bien acogida en X (antiguo Twitter) por otros compañeros de profesión, que han mostrando su desacuerdo con la autora. La mayoría de los mensajes enviados en torno a esta crítica manifestaban que todo aquel que
consiga una plaza MIR tiene derecho a utilizarla como quiera, y
a rechazarla si así lo desea.
Frente a este argumento, la residente ha querido aclarar que su
post alude específicamente a aquellos opositores que aceptan una vacante que nunca habían querido,
sabiendo que van a renunciar a ella desde el primer momento con las consecuencias que eso supone para otros aspirantes y para el propio hospital.
¿Debe sustituir una formación MIR un puesto de trabajo?
Pero pese a aclarar este matiz, la joven no consiguió frenar las críticas a su mensaje. Entre las respuestas también ha habido quienes han mostrado su desacuerdo con el
sistema de elección de plazas MIR, y han explicado que la culpa de
que esa vacante se quede vacía no es del opositor que la rechaza, sino del
planteamiento de este modelo.
Siguiendo esta línea reivindicativa y comprendiendo los problemas que esta dinámica supone para otros estudiantes, otros médicos han criticado la observación de la R1 sobre el perjuicio que sufre el Servicio. Sostienen que dada su condición de aprendiz "
el residente no puede cubrir un puesto estructural", independientemente del año de formación en el que se encuentre.
Tras intercambiar varios mensajes en los que la autora del hilo explicaba situaciones de su entorno cerano en las que
los propios futuros especialistas han cubierto las labores de médicos adjuntos, el resto de participantes en la conversación han concluido que el problema, una vez más, no es de la persona en formación que rechaza la plaza, sino de la dependencia que tiene el sistema del trabajo de estos profesionales en tareas que "no les corresponden". Por tanto, piden a esta R1 que focalice sus denuncias en el modelo de especialización médica y no en los propios aspirantes.
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