Se trata de una frase hecha que se ha hecho popular entre los galenos anglohablantes: “No confundas tu búsqueda en
Google con mi Grado en
Medicina” es una de esas frases jocosas que, como si un lema de Mr. Wonderful se tratara, aparece en las
tazas de muchos médicos… y en sus mentes también.
Pero algunos creen que esa idea no puede ser más desafortunada.
Marleen Kunneman, investigadora de la Clínica Mayo especializada en
toma de decisiones compartida, se quejó a través de
Twitter al ver la famosa frase en una de las paredes de la sala de espera de una consulta.
“Querido médico, creo que es hora de que nos separemos”, escribió. “Esta señal-de-bienvenida-a-mi-sala-de-espera (firmada por ti) lo ha hecho. Por favor,
no confundas tu Grado en Medicina con conocerme, conocer mi situación o cómo es vivir con mi condición”.
Desinformación vs falta de empatía
Esta reflexión ha sido compartida unas 400 veces por la red social, y ha recibido más de 1.500 ‘me gusta’.
Muchos compañeros médicos han empatizado con la reflexión de Kunneman, considerando que ese cartel es “horrible y muy inapropiado” o “absolutamente enloquecedor”.
Otros han respondido con el mismo estilo: “No confundas tu conferencia de una hora sobre mi enfermedad con
mi experiencia de 20 años viviendo con ella”. Incluso un oncólogo ha reconocido recibir nuevos pacientes de otra médica “porque tiene una taza que dice lo mismo y apunta hacia ella cuando hacen preguntas. Es como suponer que los pacientes no van a tratar de informarse”.
Miedo a los antivacunas
Sin embargo, hay quien desde la Medicina ha defendido el cartelito. “La búsqueda de síntomas en Internet ha causado indecibles
días, semanas y meses de horrible miedo y ansiedad a mis pacientes”, ha respondido un facultativo. “Eso sin contar con la propaganda antivacunas”.
El tema de las vacunas es de los más destacados contra el llamado ‘Dr. Google’. “El único momento en que estoy de acuerdo [con el cartel] es con la gente que es antivacunas, en otros casos escucha al paciente,
merecen ser escuchados”, señala un usuario de la red social.
El debate no ha terminado. Lo que es solamente un cartel ejemplifica muy bien los riesgos en uno y otro lado: la desinformación, sí, pero también la falta de empatía.
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