"Los médicos somos el colectivo más tonto, no todo vale por la vocación"

Profesiones como las que engloban el sector sanitario cuentan con una gran dosis de vocación, algo que a menudo se emplea como excusa para perpetrar condiciones laborables abusivas —tal y como denuncian los profesionales una y otra vez— sin que dejen de faltar sanitarios dispuestos a asumirlas.

Un hematólogo se ha referido a esta cuestión en una reflexión que ha publicado en sus redes sociales. El especialista ha sido muy critico con su sector, afirmando rotundo que "los médicos somos el colectivo más tonto que existe". Este facultativo cree que "toda la vida nos han estado diciendo que lo nuestro debe ser vocación y sin nada a cambio", una circunstancia mediante la que, según sus palabras, "se da legitimidad a todo tipo de abusos".

El sanitario finaliza su comentario asegurando que todos los profesionales de la Medicina tienen "interiorizado" estos hechos abusivos y que lo asumen "estoicamente todo".

Los médicos somos el colectivo más tonto que existe, culpa de que toda la vida nos han estado diciendo que lo nuestro debe ser vocación y sin nada a cambio. Y de ahí, se da legitimidad a todo tipo de abuso. Y nosotros, que tenemos interiorizado eso, asumimos estoicamente todo.

— Javi (@javithot) May 25, 2022

Es el momento de pedir una Sanidad Pública justa

La intervención de este hematólogo llega en forma de respuesta a la denuncia de otro compañero de Atención Primaria que pide luchar por una "Sanidad Pública justa". Explica en una infografía publicada que no quiere "mendigar", solo "poner los puntos sobre las ies". Y asegura: "¿Qué hay 50 pacientes y necesito 15 minutos para una atención de calidad? Los coges y atiendes bien. ¿Qué se quedan 30 sin ver y ninguno es urgente? Que pongan una reclamación en el centro".

En un alegato final, pide a sus compañeros sanitarios enfrentarse a la situación actual para cambiar las cosas. "No es el momento de agachar la cabeza. Es el momento de decir: No, basta, por ahí no paso". Y añade: "Es mejor que el paciente (no urgente) se empodere, se queje y se una al MAP, que dar una atención de mierda, apresurada, de mala calidad".

El escrito concluye animado al resto de facultativos a pasar a la acción, dejando las denuncias públicas a un lado, para luchar pos sus derechos laborables: "Menos quejarse y más despertar y luchar".