Comer en los
hospitales es malo para la salud. Ese es el contundente mensaje que se está haciendo viral en las redes sociales y que, de la mano del
nutricionista Carlos Ríos, ha pasado de ser una c
olecta de firmas más en Change.org a una campaña nacional con las
redes sociales como principal aliado. La razón, según el propio Ríos, es la conciencia de la sociedad puesto que, día a día, e
l instagramer y experto en nutrición publica decenas de
denuncias de usuarios de los hospitales de España en la que los
ultraprocesados y los azúcares son el día a día de los menús de los ingresados.
La argumentación del experto pasa por uno de sus pilares dentro del
movimiento ‘realfooding’: comer ultraprocesados es
perjudicial para la salud. Y, consiguientemente, si los ultraprocesados están en los menús de los hospitales (en forma de
galletas industriales, zumos o panes refinados con carnes procesadas) estas instituciones harán peligrar la salud de sus usuarios. “
Es paradójico ver cómo en centros de salud se ofrece comida perjudicial para la salud”, denuncia el nutricionista que, de la mano del humor, ha creado una comunidad de Realfooders que
alcanza los 289K en Instagram una de las redes en la que ‘atacan’ con más fuerza.
Gafé y galletas tras 30 horas sin comer
El llamamiento en redes de Ríos se materializa mediante una petición en
Change.org de la mano de
Javier Bravo. Un desconocido para el nutricionista que denunció como su
padre con cáncer, anemia y que recientemente había sufrido un accidente cerebro-vascular recibió en su primera ingesta solida un café con galletas “después de 30 horas sin comer y habiendo estado solo con suero”.
La petición de Carlos Ríos no es cambiar las galletas con ningún tipo de super alimento, tipo
chia, o por productos especialmente complejos. Al contrario, el nutricionista (que también tiene una ‘lucha’ personal por implementar la figura de estos expertos en alimentación en el Sistema Nacional de Salud, SNS) manifiesta lo beneficioso de cambiar esos productos por
una simple pieza de fruta de temporada.
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Ríos critica que pocos sanitarios se escandalicen por las meriendas de ultraprocesados: "Impera la ley del silencio o reina la ignorancia"
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En este mismo sentido, el experto también acusa a los centros de salud de
utilizar máquinas de vending con ultraprocesados e incluso de que el ‘regalo’ cuando una persona dona sangre sean ultraprocesados.
Respecto a las galletas o zumos, el influencer asegura que “cualquier factor dietético que
empeore la tolerancia a la glucosa o promueva la resistencia a la insulina, como son todas estas galletas y zumos cargados de azúcares y harinas refinadas, probablemente
aumenten el riesgo de mortalidad por infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca y cardiopatía coronaria”.
"La sanidad está desnutrida"
“¿Es lógico que te den meriendas y desayunos cargados de azúcares y harinas después de haber sufrido un infarto? Obviamente no. Pero parece que hay pocos sanitarios que se escandalicen por ello.
Impera la ley del silencio o reina la ignorancia”, achaca Rios en un
duro ataque de entre los muchos que lanza diariamente en las redes con el
único objetivo de acabar con los ultraprocesados en los centros sanitarios a los que acusa de "no tener en cuenta la evidencia científica" al ofrecer zumos envasados con pan blanco a niños con
cáncer linfático.
Al respecto de la libertad que muchos hospitales podrían tener a la hora de elegir su menú, Carlos Ríos denuncia
que estos centros “no son bares” y tienen una mayor responsabilidad. “Cualquier alimento que se venda (o regale) dentro del hospital se le otorga un halo de salud, es decir, a ojos de la población se disminuye la percepción del riesgo,
porque… ¿cómo van a vender comida insana en un sitio donde cuidan tu salud? Y no, amigos, lo importante no es la moderación, puesto que ese argumento es simplemente un engaño”, ha finalizado criticando que, el que gerente que asegura que no se puede crear un entorno con comida real en un hospital es porque piensa en “el dinero” y
“la sanidad está desnutrida”.
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