El
avance del movimiento antivacunas en los últimos años provoca situaciones dolorosas en el resto de la población, especialmente en aquellos que cuentan con problemas propios y son más propensos a contagiarse de enfermedades que se mantenían controladas gracias a la tasa de vacunación.
Es el caso que ha descrito
una madre en su perfil en Twitter, donde intenta explicar cómo esta
falta de vacunas ha afectado a la vida de sus dos hijos y a la suya propia. Dirigiéndose a los antivacunas escribe que "a mi hijo de 4 años inmunodeprimido le han diagnosticado
Tos Ferina. Mi bebé de 4 meses también se ha contagiado. Solo pasaba por aquí para invitaros a pasar 24 horas en mi casa y ver la realidad de tener que luchar con una enfermedad que, con vacunación, ni existiría".
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"No sabéis la impotencia que se siente al ver sufrir a tus hijos por la irresponsabilidad de otro"
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La madre amplía su experiencia contando que había pensado colgar un vídeo para ver
uno de los ataques de tos de su hijo mayor, "pero me vais a perdonar, resulta que cuando le vienen, bastante tengo con intentar ayudarle con el ahogo, los vómitos y el agotamiento que le deja cada ataque de tos". La situación será así durante los
dos o tres meses que dure el tratamiento, y ello conlleva "noches interminables en que le es imposible dormir, días sin poder ir al cole, correr o reír demasiado para evitar ataques. Días vigilándolo comer porque la tos hace que se atragante".
La situación también ha afectado a su hijo pequeño, quien "no tose tanto, pero deja de respirar, por lo que el descanso es impensable.
Debe estar incorporado 24 horas. En su caso nos hemos librado del ingreso gracias a que embarazada me vacuné. Quién sabe si también le ha salvado la vida", expone.
Las vacunas funcionan
Acompañado del hashtag #vaccineswork, confiesa que "en realidad nos hemos contagiado varios en casa, pero estamos vacunados y en nosotros es fácilmente llevadero. Pero no sabéis la impotencia que se siente al ver
sufrir a tus hijos por la irresponsabilidad de otro. Las vacunas funcionan, salvan vida y dan calidad de vida!! Así que, queridos antivacunas... venid y cuando veáis la realidad, mirad a mis hijos a los ojos y
volvemos a hablar de vacunación y supuestas tramas de las farmacéuticas", sentencia.
Los mensajes de respuesta que cosecha su historia se mueven mayoritariamente en la crítica a que por la inconsciencia o irresponsabilidad de unos pocos
se ponga en peligro al resto. La misma madre del hilo añade que "la vacunación no la impide nadie. Tenemos la suerte de tener una sanidad que nos cubre prácticamente todas las vacunas. Lo
único que puede frenar la vacunación es la irresponsabilidad", sentencia.
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