Una
boda requiere mucha planificación para que todo salga perfecto. Sin embargo, los contratiempos suelen ocurrir, aunque los novios hagan todo lo posible por evitar que sucedan. Lo que uno nunca espera es que la hija del
novio sea la encargada de reanimar a uno de los
invitados para salvarle la vida. Esta es la historia que ha tenido que vivir una
cirujana hace solo unos días, un giro de guion inesperado en un día feliz durante la ceremonia de su padre que acabó con un trágico final.
La historia la ha narrado en Twitter la propia protagonista, Alicia Villegas, donde ha explicado que la
boda se convirtió en un infierno cuando un familiar entró en
parada y ella, que es médica, tuvo que realizar una
RCP. Posteriormente, se trasladó al paciente en una
furgoneta hasta las Urgencias del hospital más cercano. Pese a la rapidez con la que actuó esta cirujana, no pudieron hacer nada por salvar su vida.
"Una
boda, ocho médicos invitados, una paciente en
paro,
RCP básica inmediata, traslado a la
emergencia más cercana en una 'van', continúa la reanimación, se declara la muerte. La boda de mi papá, la paciente mi tía, un primo y yo reanimando", asegura la especialista en un hilo de mensajes.
Aunque en su día a día los médicos deben hacer frente a la muerte, en el momento en el que son sus propios familiares los
pacientes, las cosas cambian y es cuando surgen
sentimientos de miedo y pánico. "Han sido los minutos más difíciles como médico, familiar y ser humano. Un momento de gran
felicidad seguido de una partida inesperada. Después de pasar una tarde feliz en familia, su vida se fue en un parpadeo, en un instante", explica Villegas.
El conocimiento no calma los nervios en una urgencia
Los
sanitarios cuentan con los conocimientos necesarios para poder hacer frente a este tipo de situaciones, una base teórica que puede servir de ayuda y de guía ante la
adversidad. Mantener la calma y tener las ideas claras sobre cómo
atender la urgencia puede ser vital para la vida de la persona que está en riesgo, pero a veces, en función de quién sea el paciente y sobre todo si es un familiar, todos los conocimientos pueden desvanecerse.
Lo que ha vivido
Alicia Villegas en la boda de su padre no es un hecho aislado. Muchos
médicos tienen que hacer frente a situaciones de urgencia en los que los propios
familiares se han convertido en pacientes. "Los sanitarios (médicos, enfermeros, técnicos, auxiliares, socorristas, etc) perdemos los nervios, los conocimientos, los papeles y el sentido común cuando se trata de nuestros propios hijos", expuso una sanitaria también en redes sociales.
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