Quitar las guardias de 24 horas es uno de los grandes reclamos de los médicos. Más allá de la incomodidad, está demostrado que la falta de sueño disminuye la concentración y la atención, por lo que
es más fácil cometer errores mientras se atiende a un paciente. De hecho, Rubén Blanco, residente de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria, ha contado en Twitter los
errores más comunes que ha percibido, tanto en él como en sus compañeros con los que lo ha comentado,
en las guardias médicas.
En sus tuits primero comenta su jornada un día de guardia: pasar consulta en el centro médico como una jornada de 8 horas normal, parar a comer antes y empezar a trabajar en el hospital que correponda a las 15. Explica que, normalmente, cuando empieza a pasar consulta por la tarde en el otro centro sanitario,
ya lleva a sus espaldas alrededor de 40 pacientes; pero la comida "da un respiro", por lo que se mantiene lúcido "hasta las 20", cuando se dan los primeros errores, los de "tipo administrativo": olvidar firmar una prescripción, no aportar los papeles de las pruebas, enumera. "Solucionable todo", afirma el médico.
"Después de cenar, la cosa empeora", indica Blanco. Los errores siguen sin ser graves, claro, pero suelen estar relacionados con "confundir el lado derecho con el izquierdo en el informe, olvidarse de alguna pregunta o de alguna maniobra exploratoria de menor importancia", indica.
La 1 de la madrugada, la última fase
La última fase, que llega sobre la 1 de la madrugada, es en la que los médicos empiezan a dudar "de todo". Desde datos que uno se sabe al dedillo (y ahora cree que no son correctos) hasta la repetición de preguntas y exploraciones porque "no se tiene seguridad o porque ya no se recuerdo lo que se había hecho", explica Blanco. No obstante,
"dudar no es malo". Pero aún así
se cometen errores como dar informes con "dosis de fármacos equivocadas" o no ver "fracturas claras en las radiografías".
Esto sucede a estas horas, relata el residente, "
cuando se olvida todo el amor que se siente por la Medicina". "Cuando no se puede humanizar porque uno mismo está deshumanizado", ilustra este residente.
Para terminar su hilo, Blanco explica que el siguiente día libra, porque esas horas ya las ha hecho en el hospital y tan solo "rota el turno"; pero pide parar las guardias de 24 horas porque si alguien falla a las cinco de la madrugada,
se responsabilizará de lo sucedido al "zombie que demasiado hacía manteniendo los ojos abiertos", comenta.
"Tenemos que parar esto", concluye Blanco. Y muchos otros médicos concuerdan con él en los comentarios en que las guardias de 24 horas no deberían seguir haciéndose. Además, hay algún sanitario que señala que "incluso" en una jornada normal, al pasar de 40 pacientes, duda "de todo". ¿La solución? Hay sanitarios que hablan de turnos rotativos, otros de guardias de 12 horas; aunque la
decisión final será de los dirigentes políticos.
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